POSADAS. En junio la provincia recibió 30% menos del fondo de la soja en comparación con el mismo mes del año pasado. Tampoco hubo buenas noticias respecto a la coparticipación federal de impuestos, que registró un 3% menos de los recursos previstos en el presupuesto 2012 de la Nación.La situación fue advertida ayer por el gobernador en un acto en Garupá y generó preocupación en los municipios, que encontraron en el Fondo Solidario Federal (fondo sojero) un alivio que hizo postergar el viejo reclamo de mejorar la distribución de la coparticipación.Por los fondos de la soja, los intendentes reciben casi el 20% de la suma mensual por la coparticipación. Una caída, disminución o desaparición de este ingreso repercute directamente en las finanzas de las comunas, aunque este dinero tiene por obligación estar destinado a obras de infraestructura o maquinaria vial.La situación no es preocupante como en Buenos Aires, ya que el Gobierno misionero cuenta con un “fondo anti cíclico” y desde principio de año viene recortando gastos previstos en el presupuesto provincial 2012.“En relación al presupuesto nacional 2012 ingresó a la provincia un 3% menos de lo previsto en junio. Entró más que el año pasado pero 3% menos que lo previsto por el presupuesto nacional”, señaló ayer Closs.“Además, ustedes saben que hubo sequía enorme y esa sequía derivó en un problema de calidad en la soja, el rinde de la soja bajó y terminó ingresando un 30% menos en valores nominales menos que el año pasado”, agregó.Continuó: “Esto hace que ingrese a la provincia veinte y pico de millones menos que en junio del año pasado. Eso a la provincia le falta porque además, si uno mira la historia, siempre la ley de presupuesto que tiene previsto nivel de crecimiento y inflación, siempre termina con valor menor al que termina entrando. Se prevén 500 y termina entrando 520 millones. Ahora en lugar de 500 entró 480, por ejemplo”. Una oportunidadEn toda crisis se esconde una oportunidad de superación, pero es necesaria la preparación adecuada y la convicción absoluta. En política, donde abunda la especulación, solo los más avezados están dispuestos a correr riesgos y promover cambios profundos.La mayoría de los gobernadores masculla bronca por lo bajo y se queja del arbitrario manejo de los recursos que tiene el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Meses atrás, o tal vez años, las víctimas eran solo unos pocos, los opositores. Ahora se ahoga incluso a los más sumisos, que desde hace años rinden culto a la obsecuencia política.La situación de asfixia económica de la provincia de Buenos Aires es una oportunidad histórica del resto de las provincias, de unirse detrás del gigante bonaerense y reclamar un reparto más equitativo, de acuerdo a cantidad de habitantes, extensión territorial y otras variables.El consenso es unánime como nunca. Las necesidades económicas también. La porción mayor de los recursos es cada vez más grande y la concentra el Gobierno nacional. Las provincias reciben cada vez menos para repartirse entre todas. Del 34% que corresponde por ley, llega entre el 25 y 30%, según diferentes informes. Las decisiones grandes repercuten en la historia. Las de los políticos, obsecuentes o avezados, repercuten en el hambre o el bienestar de sus pueblos. ¿De qué lado se ubicarán nuestros gobernantes?





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