POSADAS. Los dirigentes exclamaron que cuando se piensa en un modelo de desarrollo sustentable que garantice el cuidado de los bienes naturales para generaciones venideras, se debe pensar también en el desarrollo de una matriz energética que se adecue a dicho modelo.Que contemple todas las fuentes de generación energéticas no contaminantes y que preserve los suelos y ríos, procurando el aprovechamiento tecnológico existente en la actualidad y no recurriendo a proyectos ya obsoletos que datan de la década del 70, tal el caso de las mega-represas, que por otro lado son descartadas en los países más desarrollados del mundo como consecuencia de los efectos negativos que las mismas generan en el medio ambiente y, fundamentalmente, los graves conflictos sociales, consecuencia del desplazamiento de miles de familias. Los referentes del FAP NEA en la provincia recordaron que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no construir mega-represas en regiones tropicales y sub tropicales “como la nuestra”, ante la imposibilidad de impedir la proliferación de vectores transmisores de enfermedades tales como dengue, fiebre amarilla, esquistosomiasis, entre otras. “En Misiones ya tenemos la experiencia de Yacyretá, que desde su inicio los misioneros hemos vivido sus graves consecuencias tanto en los cambios climáticos de la región, la pérdida de miles de hectáreas de tierras productivas y sumiendo a miles de familias relocalizadas, a la pérdida de sus fuentes laborales, redes sociales, sometiéndolas al desarraigo, pobreza y marginación”, aseguraron. Reclamando que pese a esto se insiste con la construcción de dos nuevas megaobras, Garabí y Panambí, que inundarían sólo en Misiones más de 30 mil hectáreas de tierras productivas, bosques nativos, selva; se perderían monumentos arqueológicos, se produciría el desplazamiento de comunidades aborígenes y de más de 20 mil familias, en su mayoría productores agropecuarios, deberían ser relocalizadas en pueblos o ciudades; hecho este que sin duda va en contra de un modelo de desarrollo sustentable.En la memoriaRecordaron que hace 16 años nueve misioneros de cada diez se manifestaron con “un no a Corpus” en un plebiscito vinculante que reflejaba el pensamiento del pueblo. “Hoy nada ha cambiado”, aseguran, por el contrario, “en tantos años se han desarrollado tecnologías que permiten pensar en nuevas fuentes de generación, menos contaminantes y que son la base de producción de otros países, y que sin duda alguna, nosotros estamos capacitados para desarrollarlas en el nuestro”.Hoy más que nunca pensando en un país verdaderamente federal y un modelo de desarrollo sustentable “debemos decir sí a la vida, a las energías limpias, no a las mega-represas en nuestra región”.





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