POSADAS. “Luz de amanecer” es el nuevo trabajo del reconocido acordeonista Raúl Barboza en formato trío, que presentará el sábado, a las 22, en el auditórium del Instituto Montoya. En esa formación que inspira melodías de la región Barboza convocó a Nardo González en guitarra, Roy Valenzuela en contrabajo y Amadeo Monges en arpa, como músico invitado. Frente a los micrófonos del estudio de grabación, sacará “El Morocho” de su estuche y comenzó a mandar mensajes que van tocando las fibras más sensibles de nuestra memoria auditiva, dando cuenta que una vez más trasciende con uno de los sonidos más genuinos e intransferibles de la patria musical. Como una historia bíblica, luego de siete días de trabajo nació “Luz de Amanecer”.Para Barboza “la música está latiendo en el pueblo, nosotros la interpretamos nada más”.Así es como al hablar del acordeón que lleva el nombre “El Morocho”, dijo que a su vez llevan una identidad “es una persona que viaja durante tantos años, y a este acordeón la tengo conmigo desde el año 87. Fue realizado en Italia, por eso para mí es valioso porque fue un regalo importante. La persona que me regaló el acordeón tiene mucho dinero, como para poder comprar los instrumentos más costosos. Yo le dije que no podía aceptar y entonces el dijo ‘mire Barboza, usted ha recorrido mucho pero tiene mucho por aprender todavía y es la de tener la humildad de saber aceptar’. Y eso me sirvió como una hermosa lección de una persona que hoy es mi compadre. Las personas cuando se quieren bien se regalan cosas que no tienen nada que ver con lo material”. En una entrevista radial el acordeonista desplegó ese místico encanto que lo distingue de muchos músicos, lleno de sabiduría y con una voz pausada deleitó el recorrido de este nuevo disco que sonará en Misiones. El disco grabado en los Estudios de Los Magma, hace de ese trabajo un producto nacional que marca toda una trayectoria musical en su carrera, la misma carrera que lo llevó a recorrer distintos puntos del mundo y sobre esos viajes supo decir que era un sueño de niño, “cuando era muy chico en mi imaginación estaba eso de viajar. El primer viaje que hice fue a los 18 años cuando hice el Servicio Militar. Esos viajes siempre surgieron de una manera inesperada. En aquella época la música guaraní no tenía la trascendencia de hoy, yo al viajar expuse fue la música y es lo más hermoso”.Cargado de una nobleza que se siente en cada palabra o nota musical, Raúl Barboza, habló del respeto y la música, sobre todo de los jóvenes que van aprendiendo e incorporando más conocimientos a sus vidas. Así volverá a sellar su cariño con Misiones en una presentación más.





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