LA PAZ, Bolivia (AFP-NA). El gobierno del presidente boliviano Evo Morales seguía ayer sin poder desactivar un motín policial por reclamos salariales que ingresó en su cuarto día, a pesar de la firma del acuerdo entre las autoridades y los líderes de sindicales.En la madrugada el ministro del Interior, Carlos Romero, y los dirigentes del sindicato de suboficiales firmaron un acuerdo salarial, pero a las pocas horas el entendimiento fue rechazado por los agentes de base.“Rechazamos el acuerdo y seguimos en motín”, afirmó un policía no identificado durante la reunión pública en UTOP, lo que fue apoyado por sus compañeros, constató un periodista de la AFP.En el acuerdo el Gobierno aprobó un bono de 220 bolivianos (32 dólares) a los salarios, la creación de la Defensoría del Policía, entre otros puntos.Sin embargo los policías de base lo rechazaron porque no recogía su principal demanda: salario mínimo de 2.000 bolivianos (287 dólares).Los policías de base han desconocido a sus dirigentes y -al momento- son un movimiento que actúa casi por intuición.“¡Los dirigentes son unos traidores, unos vendidos al Gobierno!”, dijo otro uniformado, que se niega a identificarse, como casi todos los sublevados, pues aseguran que pueden ser víctimas de represalias gubernamentales. Muchos de ellos protestan encapuchados.Tras la asamblea, unos 300 policías realizaron una marcha que pasó por las puertas del presidencial Palacio Quemado, que cuenta en su interior con una fuerte seguridad militar, bajo el grito de “¡motín policial, motín policial!”.Se desconoce si el presidente izquierdista Evo Morales, se encontraba en el lugar.Luego los policías, la mayoría de ellos vestidos de civil, ingresaron por la fuerza a otro cuartel cercano, la Unidad Polivalentes, y desalojaron de allí a oficiales a empujones y golpes, acusándolos de no apoyar el motín, observó la AFP.Policías de Potosí, Cochabamba (centro) y Beni y Sucre también rechazaron el acuerdo salarial.





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