POSADAS. Los antecedentes penales lo catapultaron a la lista de delincuentes considerados de “temer” o de “extrema peligrosidad”. Permaneció ocho años encerrados en la prisión de Loreto por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal reiterado y robo calificado por el uso de arma de fuego”.Fuentes policiales indicaron que desde hacía un tiempo gozaba del beneficio de salidas transitorias al que se accede, entre otras cosas, por buena conducta.Se lo conoce con el alias de “Palermo” y desde el 16 de este mes era intensamente buscado, acusado de intentar abusar sexualmente de una mujer de 33 años, en la localidad de Santa Ana Sobre él pesaba una orden de detención de la comisaría de ese municipio. Al parecer, o la misma víctima o un testigo lo habrían identificado y suministrado su identidad a los uniformados.La vida de “Palermo” en la clandestinidad se terminó el sábado, alrededor de las 21.30, cuando una comitiva de la Dirección Investigaciones lo identificó y detuvo en una parada de colectivos situada sobre la avenida 147, de acceso al populoso paraje “Itaembé Miní”.El sospechoso era un viejo conocido de los investigadores, circunstancia que contribuyó a su detención.El sospechoso fue trasladado y alojado en la Dirección Investigaciones, donde permanecerá a disposición del Juzgado de Instrucción 1 de Posadas, a cargo del magistrado Marcelo Cardozo.En un principio, permanece detenido por el delito de “abuso sexual en grado de tentativa”, consideró un portavoz del caso.En caso de ser procesado y condenado en esta causa, será declarado reincidente y volverá por varios años a la cárcel. Defensa tenaz“Palermo” era intensamente buscado por su presunta vinculación con el intento de violación de una mujer de 33 años, el 16 de este mes en la localidad de Santa Ana, informó ayer la Policía.Según los datos que se registran de aquel día, la víctima descendió del colectivo interurbano y fue abordada por el sospechoso, quien le preguntó la hora.La mujer no resp0ndió y aceleró el paso, pero no fue suficiente para evitar el ataque.El maleante le asestó un par de puñetazos en el rostro pero ella no se derrumbó. Al contrario, asestó una patada en los testículos del agresor que lo dobló.Así, aprovechó para huir y dirigirse a la comisaría local para denunciar el incidente.





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