OBERÁ. El abastecimiento de agua en la ciudad fue un grave problema durante el verano por la sequía, pero en realidad lo es todo el año para los barrios que no cuenta con el líquido vital a través de la red, cuya prestación está a cargo de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (CELO).En consecuencia estas familias que viven en distintos barrios dependen directamente de la distribución que realiza la Municipalidad local con sus camiones. También algunos casos se sirven de pequeñas vertientes que evidencian un estado de contaminación.En total, en la actualidad son 21 barrios los que viven esta situación y son asistidos por la Comuna que le garantiza el consumo de agua potable que se llevan a los tanques públicos.En el último verano la provisión de agua potable en coincidencia con los numerosos cortes que experimentó la prestadora CELO, debido a la alta demanda, también se resintió la normal provisión en los barrios y esto generó reclamos por parte de los vecinos, que en San Miguel por ejemplo quemaron gomas.Aunque también en los últimos días se escucharon algunos reclamos, debido a que en algunos sectores de la ciudad la entrega del líquido vital no se realizó en tiempo y forma, por ejemplo en el Kilómetro 11.A propósito de esta realidad, Raúl Feversani, jefe de recolección de residuos, barrido, distribución de agua y servicio atmosférico precisó: “Tenemos los días fijados para la entrega de agua, en el caso del Kilómetro 11 reclaman porque el miércoles no se llevó agua, pero ese día era feriado nacional por lo que no se prestaron esos servicios”, indicó.Feversani afirmó que “una o dos veces por semana se refuerza la visita en los barrios más necesitados de agua. Atendemos la demanda de 21 barrios, estamos visitando una vez por semana cada uno de ellos porque de lo contrario no nos alcanzan los días”, dijo.El funcionario definió que “la demanda de agua es tremenda, de acuerdo a las estadísticas de la entrega que hacemos, en un año llegamos a 20.559.228 litros”, explicó.Muchos pedidosRaúl Feversani sostuvo que “la población se sigue incrementando, semanalmente recepcionamos pedidos de más agua en distintos barrios, no sé si son intrusos o propietarios, son lugares donde no llega el agua potable ni tienen pozos, y todo eso estamos cubriendo. Si vemos que la gente es pudiente se le vende, tenemos tres camiones afectados a la distribución de agua y no alcanzan, si se rompe uno o llueve en muchos barrios no se puede ingresar”, añadió.





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