SAN ANTONIO. Las horas parecen no pasar en la casa familiar de la niña. Allí hay una mezcla de sensaciones a punto de estallar, entre la bronca, la indignación, el miedo y la esperanza de que se haga justicia: “queremos que lo detengan de una vez, esto no puede volver a pasar. Creemos en la Justicia, pero esta persona no puede seguir libre”.La que habla es la mujer que denunció a un policía por secuestrar y violar a su hija de 13 años dos veces en el último mes. En diálogo exclusivo con PRIMERA EDICIÓN, la madre de la pequeña clamó a las autoridades por la detención del acusado, quien merodea la vivienda familiar y tiene amenazada a la menor y a sus hermanos.Como este medio publicó ayer, la historia comenzó el 23 de mayo pasado, cuando la niña -según sus dichos- fue secuestrada por primera vez por el sargento primero.Al parecer, el suboficial de la fuerza provincial violó a la menor en reiteradas oportunidades mientras la mantenía secuestrada en una vivienda del barrio Cerámica. Como pudo, la víctima logró liberarse y regresó con sus padres tres días después. Aunque en principio dio otra versión por temor a las amenazas que le habría vertido el sospechoso, finalmente contó la verdad.En ese momento, la madre de la pequeña radicó la primera denuncia judicial en la Fiscalía de Instrucción 2 de Eldorado, sin imaginar que días más tarde volvería a esa dependencia.El sábado 16 de junio la niña caminaba de regreso a casa por la ex ruta nacional 101 cuando fue abordada otra vez por el sargento. Aunque intentó protegerse con un joven que caminaba por la zona, el policía la obligó a que suba a su auto y amenazó con un arma de fuego al caminante para que no contara nada.Entonces, otra vez los abusos. Primero fue en un pinal y luego en una casa. El suboficial mantuvo secuestrada a la menor hasta el lunes 18, cuando la niña aprovechó un descuido y volvió a escapar.Cuando regresaba a casa, casualmente se encontró con el mismo caminante. Juntos fueron a radicar la denuncia, pero entonces el joven fue “apretado” por dos policías para que consiga un arma antes del fin de semana o, de lo contrario, lo inculparían a él por las violaciones. El muchacho no se quedó callado y también denunció este hecho ante la Justicia.“Nadie quiere hablar en contra de él porque le tienen miedo. Pero no puede ser que siga libre después de todo lo que hizo”, relató ayer la madre de la pequeña a este medio, y volvió a pedirle a la Justicia que tome las riendas del caso y detenga al efectivo policial.“Tenemos mucho miedo porque el pasa por acá y nos mira. A mi hija le dijo que si contaba lo que había sucedido la iba a matar a ella y a sus hermanos”, reveló la progenitora, y agregó que la pequeña “tiene miedo hasta de ir a la escuela y ya nos dijo que quiere mudarse a la casa de sus tíos”.En la presentación judicial, la madre contó que los médicos forenses confirmaron el abuso a la menor: “me dijeron que le había hecho un desastre, que le jodieron la vida. Hasta ellos se preguntaban cómo este tipo no estaba preso”.El caso conmociona a la localidad del norte provincial, donde “El Negro” -tal el apodo del policía- ya es conocido por una denuncia que los padres de un niño de 12 años radicaron en junio de 2011. También aseguraron que su hijo había sido secuestrado y violado por el suboficial, quien pese a todo sigue en libertad.“Anda en autos diferentes, siempre armado. Acá todos lo conocen y hasta lo relacionan con otros tantos hechos sospechosos que sucedieron en la zona, pero nadie se anima a hablar”, reconoció un vecino de la localidad que prefirió mantener su identidad en reserva. Como ese hombre, en San Antonio nadie se anima a hablar. El pueblo sigue conmovido, pero el miedo puede más a la hora de hablar sobre el tema y dar nombres. Por eso, los padres de la pequeña víctima piden que, de una vez por todas, se haga justicia.





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