POSADAS. El 3º Encuentro Internacional de Artistas y Artesanos “Avambaé” liberó su encanto el viernes y, pese al frío, la noche se vivió con la intensidad de la música y las poesías que compartieron los artistas. Si bien se esperaba mayor cantidad de público, quienes se acercaron al Centro de Convenciones de esta ciudad, presenciaron una velada que fue tan intensa como íntima, en la que cada artista mostró esa parte bella de su alma que ama y comulga con la música. La primera noche reunió a Chango Spasiuk, Víctor Riveros (Paraguay), Silvia Iriondo (Buenos Aires), Patricia Da Luz, Sylvia Zabzuk (Misiones- La Pampa), Claudio Bustos y Alejandro Cerri grupo. En tanto, anoche, el festival de cierre del Encuentro convocó a Lucía Lacabana (Buenos Aires), Fabián Meza, Mario Díaz (Córdoba), Heraldo Giordano, Marcus Bonilla y Karine da Cunha (Brasil), Maka Sequeyra, De Nuevo Dúo (Mendoza), Hugo Ferreira, Aldo Mesa (Paraguay), y Coqui Ortiz (Chaco). La cálida presentación de cada artista estuvo a cargo de Oscar “Chango” Coria, quien hizo sentir a todos como en su casa. Maestro del acordeón La bienvenida tuvo la magia del acordeón de Chango Spasiuk que deleitó con la música de esta tierra, acompañado del violinista Víctor Renodó y de la voz de Diego Arolfo, de Coronda (Santa Fe). Cada canción fue recibida a corazón abierto por la gente que supo demostrar su respeto y admiración al acordeonista misionero. Y sonó un chamamé, alguien soltó un sapucay y después llegó “Tarefero de mis pagos”. Poco después, Chango hizo latir temas de Los Chavez, de Concepción de la Sierra, y afirmó: “Soy un enamorado de la poesía de ellos, de las simples palabras con las que describen las cosas”. Luego mientras acariciaba su acordeón reflexionó sobre su arte: “La música es algo que se saborea en la boca igual que una comida, no está sólo en los oídos, y lo que estás saboreando es un momento diferente… me pasa mucho con el chamamé, con lo regional”, resaltó para seguir emocionando con sus canciones.Por momentos, la conflictiva situación vivida ese día en Paraguay, teñía de gris el encuentro y la tristeza afloraba en la mirada y en las palabras de los artistas, más aún teniendo en cuenta que el “Avambaé” reúne a referentes de Argentina, Paraguay y Brasil y es impulsado por el músico Claudio Bustos, quien hasta hace poco tiempo residía en el país vecino. Esa noche, el “Avambaé” recibió con los brazos abiertos al compositor paraguayo Víctor Riveros, quien sin esconder su angustia le dijo a los presentes que se sentía “dolido por la situación de Paraguay, no tanto por Lugo, sino por la democracia. Lastimosamente, la gente que no busca el bien del pueblo se puso al frente y hay un divorcio entre el poder y la gente”, dijo y como disculpándose añadió: “Esto se trata de compartir las alegrías y las tristezas…”. El público supo contener, comprender y solidarizarse con el este artista que dio un concierto profundo, lleno de poesía, de relatos cantados sobre vivencias de la gente de su patria. Su canto, en castellano y en guaraní movilizó emociones con temas propios y de otros autores. Víctor Riveros se despidió cantando “Voy a resistir”, acompañado por las palmas del público. Más tarde y desde Buenos Aires, llegó Silvia Iriondo y brindó un exquisito momento musical. Escoltada por excelentes músicos, Iriondo compartió zambas, chacareras, gatos, impregnados de belleza y de la dulzura de su voz. Cantó a capela un fragmento de “Mi pequeño amor” en honor a Ramón Ayala y homenajeó a Leda Valladares y Eladia Vlazquez, ante la gente que celebró su paso por Posadas. El “Avambaé” también es poesía y fue la misionera Patricia da Luz, quien compartió sus versos con el público. Es que “la poesía es esa parte de nuestro interior que busca compañía y es lindo compartir”, expresó la poeta y periodista que actualmente reside en Asunción y luego leyó poesías del libro “Reincidencias” que está en edición, como: “Golondrinas cuando llueve”, “Cien cosechas y el mismo viento”, “Itacaruaré”, dedicado a su tierra natal y se despidió con “Campanas”, poema que dedicó a Paraguay, “país que me abrió sus puertas y el de mis hijos”, dijo con la voz entrecortada de emoción. Después de la profundidad poética de Da Luz, llegó una cantautora obereña que hace seis años vive en La Pampa: Sylvia Zabzuk. En compañía del percusionista Fernando Bruno y abrazada a su guitarra, Silvia hizo de su alma canción y cautivó a los presentes. Le cantó a Oberá, afirmando que es la “tierra de la que nunca me fui”, a la vez que dejó temas de otros autores como “Que Bonito” y regaló un momento de magia al cantar “Pequeños milagros”, de su autoría. Entre aplausos se fue Zabzuk y llegó Claudio Bustos, el impulsor del “Avambaé”, quien agradeció a todos los que acompañaron este encuentro y recordó cantando a Teodoro Cuenca, y también a Ramón Ayala con “Canto al río Uruguay”. Acompañado de destacados músicos, Claudio llevó a todos imaginariamente al río con “Oración del remanso”, de Jorge Fandermole y cantó con la gente “Mi serenata”, de Fermín Fierro. El cierre de esta gran noche quedó en manos del bajista Alejandro Cerri y su grupo, de Oberá. Con una propuesta instrumental y “canciones hechas con el corazón”, dijo Cerri, que se lució en el bajo, con “La Calandria”, “Merceditas” y coronó la primera noche de “Avambaé” con “Kilómetro 11”.





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