Posadas. Los habitantes de la chacra 145 de la ciudad están a la expectativa de que lleguen los agrimensores para que se inicie el trabajo de medición de los terrenos, en el marco del proyecto de urbanización que lleva adelante la Municipalidad y el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha). Pero a medida que pasan los días crece la preocupación, pues los vecinos esperaban a los técnicos para después de la Semana Santa y todavía no hay novedades, manifestaron. Los tiempos de las familias que residen en el sector, sin duda, dicen que no son los mismos que el de las autoridades y el presidente de la comisión vecinal, Juan Ramón de la Cruz también espera noticias sobre el proyecto porque ya no sabe qué explicaciones brindarle a la gente.De la Cruz recorrió la chacra para mostrar a Primera Edición una vez más las condiciones en las que se encuentra y señaló las más de 40 familias que están en “peores condiciones”. “Porque hasta ahora lo único que tenemos es el cartel”, dijo señalando el letrero que la Comuna colocó sobre la avenida Eva Perón. El cartel precisa que en la chacra residen 342 familias y que está prohibido la instalación de más personas y que tampoco se pueden realizar ventas de los predios o casillas, porque quienes no figuren en el censo realizado por la Municipalidad en marzo no tendrán derecho en el proyecto de urbanización. El proyecto se comenzó a realizar con el acuerdo de los vecinos, pero ante el “parate” que visualizan la gente comenzó a inquietarse, más en estos meses de frío y lluvia, cuando las familias sufren por la precariedad de sus casas y la falta de calles y cordones cuneta en el corazón del asentamiento. Mariana Pintos sale de una precaria casilla con su beba de cinco meses, la más pequeña de los cinco hijos para contar que la contrucción que se está haciendo a pocos metros será su nueva casa, porque la anterior prácticamente se cayó a pedazos. “Conseguimos con el Mejor Vivir (programa del Iprodha) y por suerte vamos a estar un poquito mejor”, comentó la mujer que prácticamente la vereda de la costanera Oeste pasa frente al lugar que ocupa.De la Cruz agregó que hay un 70 % de vecinos que quiere invertir un poquito en su casa para estar mejor y que lo único que espera es la medición del terreno. “Acá hay gente trabajadora, eso se puede ver en el censo, es humilde pero procurará para estar mejor”, manifestó. En el medio, un basuralDespués de transitar por una especie de pasillo que serpentea un grupo de casillas (que son las que están en peores condiciones según el presidente barrial) aparece un enorme basural. Dos pequeños miran cómo un camión descarga desechos a unos cuantos metros, difícil de llegar por la irregularidad del terreno. En el medio del montículo de basura un grupo de personas, muchos niños, revuelven entre los desperdicios en busca de algo que pueda servir para la venta y permita ganar algunas monedas. En otro sector, otro tanto de basura humea y apenas deja ver el arroyo Mártires atrás de la costanera. La gente que se rebusca entre la basura, en parte, es de las mismas familias que llegaron por último al barrio, contó De la Cruz. El dirigente vecinal recordó que ahora hay un descontrol, situación que notificó mediante notas a la delegación y a la Municipalidad. “Ellos (por los camiones de las empresas privadas) tenían autorización para tirar escombros y tierra para rellenar el gran pozo que dejó la cantera que existía, pero ahora ya tiran de todo y es un desastre la contaminación”, relató. Además, incluso recordó que hace dos años cuando pasó algo similar llegaron inspectores municipales hasta el barrio y multaron a las empresas, pero por el momento no volvieron a aparecer. “La gente está desesperada”Elva Zelaya es una de las vecinas del barrio que hace más de siete años reside en la zona. Indignada mostró las condiciones de su casa y la pared que reparó hace poco, porque ya no podía esperar ya que el agua y la humedad cada vez afectan más su salud y la de su hijo que es discapacitado. “Antes estaba en otro lugar, pero después me corrí por bañado y el agua impresionante como corría, llovía a la madrugada y me pasaba sacando agua”, recordó. “La gente está desesperada, todos nos desesperamos, yo le digo a mi gente que tenemos que esperar para saber los terrenos, porque no sabemos qué va a pasar”, comentó preocupada. Agregó que también había solicitado hace dos años el Plan Techo, pero que quedó en espera por el tema del proyecto. “Las autoridades tienen que ver que estamos en una situación desesperante, nos censaron pero seguimos en la lucha esperando y con el basural que crece cada vez más”, dijo mientras se dirigía a realizar trámites. Las palabras de Elva fueron ratificadas por la promotora de salud, Ana Maciel, quien hace ocho años recorre los pasillos del barrio para que las madres concurran con sus pequeños al médico. “Es alarmante por el barro, se complica salir, entonces yo les traigo los turnos programados para que se atiendan en el hospital Favaloro de Villa Cabello”, comentó Ana.La promotora de salud señaló que a los vecinos se les complica salir, sobre todo a las madres con muchos niños, entonces con los turnos programados que ella les acerca facilita la consulta con el médico y así están más controlados y contenidos. Evalúan cómo se hará la urbanizaciónDesde la Municipalidad indicaron que una vez finalizado el relevamiento el Iprodha debe avanzar con la mensura de los terrenos y que los vecinos saben en qué situación se encuentra el proyecto. En el Iprodha, en tanto, están estudiando cómo se llevará a cabo la urbanización, por la cantidad de familias para que puedan ser ubicadas en la chacra, más teniendo en cuenta la particularidad del terreno. Alicia Delpiano, quien trabaja en el proyecto por parte del instituto, manifestó que “hay que tener en cuenta que son muchas las familias y se está evaluando para poder ubicarlas, irá un agrimensor y el objetivo es trabajar como fue en Parque Adán”. El proyecto incluirá la regularización de la tenencia de la tierra, servicios, mejoramiento de calles y de viviendas. Elva, reflejando la preocupación y urgencia de los vecinos, cuestionó cóm
o se difundirá y hablará del turismo en la capital provincial, con tantas familias residiendo en condiciones tan precarias a metros de la costanera de la zona Oeste. De la Cruz, en tanto, insistió en que se acelere el proyecto, pues ya no sabe qué contestarle a sus vecinos que preguntan diariamente por las mejoras prometidas para el barrio. Piden que no ingrese nadie másEntre el 20 y el 26 de marzo se realizó el censo de las familias que residen en la chacra 145, con el fin de avanzar en la regularización de la tenencia de tierras a cargo de la Coordinación para la Regularización de Ocupación de Espacios Públicos y Provisión de Agua Potable, que trabajó en conjunto con la delegación municipal y el Iprodha. El relevamiento arrojó que en la chacra están asentadas 342 familias, un total de 1405 habitantes que llevan viviendo en la zona, la mayoría, unos siete años. Aunque hay mucha gente que hace más años que se instaló en el lugar. La “condición” del proyecto es que nadie más se instale en el barrio, algo que los vecinos y la comisión señalan como difícil de controlar. Aunque en la medida de lo posible tratan de evitar que nuevas familias ingresen para poder ejecutar el proyecto de urbanización tan anhelado por los vecinos. Desde el Iprodha analizan la ubicación de la gente antes de la mensura, pero la comisión considera que el total de las familias podría seguir residiendo en el barrio, si se gana el terreno donde está el basural y la gran “plancha de piedra” que está a pasos del acceso al puente sobre el Mártires. “Hay lugar en la chacra, nosotros pensamos en terrenos de 8,5 metros por 18”, calculó el presidente barrial Juan De la Cruz, quien se mostró preocupado ante tanto reclamo por parte de sus mismos vecinos.





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