POSADAS y SAN ANTONIO. Un sargento primero de la Policía de Misiones se encuentra una vez más en el ojo de la tormenta, tras ser denunciado por la madre de una niña de 13 años que asegura haber sido secuestrada y violada por el efectivo policial en, al menos, dos ocasiones.El uniformado reside en San Antonio, al norte de la provincia, y hace un año había sido acusado por un hecho similar que tuvo como víctima a un menor de 12 años que padece de retraso madurativo.Según fuentes de extrema confianza que dialogaron con PRIMERA EDICIÓN, el policía también tiene otras tantas causas por apremios y abuso de autoridad. Además, se trata de uno de los efectivos que fueron sancionados en mayo pasado por cruzar a Brasil en un móvil policial para realizar compras personales.Por ese hecho, el suboficial fue castigado junto a otros cinco compañeros que cumplían funciones en la comisaría de San Antonio. Todos fueron trasladados a distintas dependencias de la provincia, pero el sospechoso permanece en la localidad atemorizando a sus habitantes gracias a una licencia médica por una supuesta enfermedad.Abuso, amenazas y miedoEl calvario para esta nueva víctima, de 13 años, comenzó el último miércoles 23 de mayo. Ese día, la menor se subió a bordo de un remís junto a unas amigas con destino a un local bailable de la zona. Cuando llegaron, sus amigas se bajaron y no la dejaron salir del vehículo. En ese momento, el remisero le invitó una cerveza y un cigarrillo.La pre-adolescente asegura que a partir de ahí no recuerda más nada. Tampoco supo más nada de ella su madre, hasta que recién la encontró el sábado 26 deambulando cerca de una vivienda del barrio Cerámica. De inmediato, la mujer fue hasta la comisaría y radicó una denuncia contra el remisero por abuso sexual con acceso carnal.La madre, en realidad, no sabía que su hija le estaba mintiendo. Lo hacía porque tenía miedo, pero todo se conoció en la tarde del pasado sábado 9 de junio.Ese día, cerca de las 18.30, el sargento primero que todos en el pueblo conocen como “El Negro” pasó caminando frente a su casa, extrajo un arma de fuego y apuntó contra la menor de edad. Volvió a repetir esas amenazas dos veces más en las pocas horas siguientes.Sorprendida, la madre de la pequeña decidió interrogar a su hija. Recién entonces la menor se quebró y confesó la verdad: no había sido el remisero quien la secuestró y violó a fines de mayo, sino el efectivo policial, quien la había amenazado de muerte si contaba lo sucedido.El regreso de la bestiaDespués del crudo relato marcado por las lágrimas de la menor, la madre volvió a radicar una denuncia, aunque ahora ante la Fiscalía de Instrucción 2 de Eldorado. Fue el 12 de junio y la mujer jamás pensó que su hija volvería a vivir una pesadilla similar, mucho menos en manos del mismo degenerado.Sin embargo, la pesadilla para la niña se volvió a repetir hace siete días, en horas de la tarde del sábado 16 de junio, cuando caminaba de regreso a su casa por el trazado de la ex ruta nacional 101.Eran cerca de las 18 cuando se percató que un automóvil la seguía. La víctima decidió correr y alcanzar a un muchacho que caminaba más adelante, aunque eso no amilanó al suboficial sospechado. “Vos no vayas a decir nada”, le dijo al joven mientras le apuntaba con un arma y se llevaba secuestrada otra vez a la menor de edad.De nuevo, el policía apodado como “El Negro” sometió sexualmente a la niña en un pinal y en una casa. La mantuvo secuestrada hasta el lunes 18 en horas de la mañana, cuando la víctima aprovechó un descuido de su captor y logró escapar.Cosas del destino, cuando la niña regresaba a casa volvió a encontrarse con aquel joven que fue amenazado por el policía. Después de contarle lo que sucedió, el muchacho de 19 años la acompañó a denunciar el hecho en el Juzgado de Paz. Cuando se encontraban allí, apareció una patrulla con dos uniformados que detuvieron al joven y le dijeron que debía entregarles un arma antes del próximo fin de semana -es decir, hasta hoy- o lo inculparían de los episodios de secuestro y violación. Tras quedar libre, el joven también radicó una denuncia en la Fiscalía de Instrucción 2, por lo que se supone que la situación de “El Negro” y de sus colegas que aparentemente trataron de encubrirlo puede ser mucho más que complicada.Una fuente reveló que el sargento acusado de abuso ya había sido denunciado por un hecho similar en 2011 (ver nota relacionada). Después de que trascendió lo del patrullero que fue de compras a Brasil, el policía fue sancionado y trasladado a Iguazú. No obstante, se conoció que goza de una licencia médica que le permite permanecer en San Antonio, donde sigue haciendo de las suyas ante la increíble inacción de las autoridades. Un hecho similar con una denuncia de hace un añoLa historia ocurrió prácticamente hace un año, también en San Antonio, y fue denunciada por los padres de la víctima, un niño de 12 años. Resulta increíble entender cómo el suboficial sospechado por los abusos continúa en libertad.PRIMERA EDICIÓN publicó en su edición del 18 de junio de 2011 la historia del efectivo policial acusado en esa oportunidad por violar al muchachito.Los padres del niño relataron en su oportunidad que todo comenzó siete meses atrás, cuando el pequeño fue acusado por el citado suboficial por el robo de bicicletas y otros objetos de valor, de distintos lugares de la zona urbana del pueblo. De esta manera, el chico era trasladado a la comisaría y lo tenían privado de su libertad por varias horas. Posteriormente sus padres lo retiraban y era en esa ocasión, aseguran, que los efectivos los amenazaban manifestándoles “que lo iban a matar si seguía jodiendo”. Fue entonces, al salir de una de sus tantas detenciones, que el menor se habría quebrado y según sus progenitores les dijo que un sargento (al cual identificó con el apodo de “El Negro”) lo había violado varias veces. En su presentación penal, los padres señalaron que “en reiteradas oportunidades el sargento se presentó de madrugada en nuestro domicilio para decirnos que nuestro hijo robó bicicletas. Luego, cuando lo íbamos a retirar de la comisaría, venía con la ropa sucia con sangre y con materia fecal en sus ropas”. De acuerdo a la denuncia, el chico asist&ia
cute;a a la Escuela Especial de San Antonio, ya que padece retraso mental. A principios de junio del año pasado, el mencionado suboficial y otro efectivo retiraron al niño de su domicilio y se lo llevaron. A partir de ese momento el niño estuvo desaparecido durante más de veinte días. Los denunciantes aseguraron que lo buscaron incesantemente sin resultados positivos.Cuando la angustia ya era insoportable, los padres hallaron al menor deambulando y con harapos.Los padres sospechan que un hermanito del chico también fue amenazado, ya que cada vez que ve a un policía llora y se orina.





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