MONTEVIDEO, Uruguay (AFP-NA). El proyecto de Uruguay de legalizar la marihuana, pionero en una Latinoamérica donde la guerra contra las drogas lanzada hace cuatro décadas causa decenas de miles de muertos, desató controversias en América Latina.El primero en reaccionar fue el presidente Guatemala -país acosado por la violencia de los cárteles mexicanos y las maras centroamericanas-, el ex general Otto Pérez, que fue el primer jefe de Estado en ejercicio en la región en pronunciarse a favor de una legalización de producción, comercialización y consumo de las drogas.Su portavoz, Francisco Cuevas, indicó que “los países tienen que buscar nuevas rutas para combatir el narcotráfico de una forma más eficiente y reducir el impacto de violencia que provocan las organizaciones criminales”.“Respetando la decisión de cada país, América Latina tiene que ir en busca de esas nuevas rutas”, agregó el vocero del presidente guatemalteco, país de tránsito junto con Honduras y México del 90% de la cocaína consumida en Estados Unidos.El ministro venezolano del Interior, Tareck El Aissami, cuestionó la medida, que calificó de una “trampa” y abogó por invertir más en prevención. “Eso parece una medida defensiva y no preventiva”, indicó.El presidente uruguayo, José Mujica, defendió el jueves su decisión indicando que “alguien tiene que empezar en América del Sur”, al margen de la Cumbre del Medio Ambiente de la ONU Río+20.“Alguien tiene que ser el primero, porque estamos perdiendo la batalla contra las drogas y la criminalidad en el continente”. “Tenemos que buscar otro camino, aunque algunos lo consideren osado. Uruguay es un país pequeño, donde se pueden hacer cosas más fácilmente”.En la cumbre de las Américas de Cartagena, en abril, se aceptó por primera vez el principio de debatir estrategias alternativas a la guerra contra las drogas, dada la percepción creciente de que se ha perdido.Los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso de Brasil, César Gaviria de Colombia y Ernesto Zedillo de México, lanzaron un movimiento hace ya algunos años para legalizar las drogas. Celebración y cautelaEn Uruguay, en tanto, la oposición política mostró cautela ante el anuncio mientras los promotores de la legalización celebraron y en las redes sociales el anuncio fue recibido con humor.Juan Vaz, vocero del Movimiento de Liberación del Cannabis, dijo a la AFP que el proyecto gubernamental “sienta las bases de una discusión más profunda sobre la legalización del cannabis”, por ejemplo “la inclusión del autocultivo”. “Medida distorsiva”Una “decisión unilateral” sobre el tema de las drogas, como la que espera tomar Uruguay de legalizar la marihuana, crearía “distorsiones” en la región, estimó el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que insistió en buscar un “enfoque común” al problema.“Las decisiones unilaterales no son las mejores porque este problema tiene que ser enfrentado por la comunidad de países. Si un país legaliza y otro país lo tiene totalmente ilegal se generan esas distorsiones que muchas veces tienden a agravar el problema”, dijo Santos en una rueda de prensa en Río de Janeiro, donde participa de la cumbre de la ONU Río+20 sobre desarrollo sostenible.El Gobierno uruguayo propuso el miércoles legalizar, producir y distribuir marihuana e incrementar las penas vinculadas con las drogas duras, en una iniciativa que busca desactivar así la violencia asociada al narcotráfico.“Lo ideal es tener un enfoque común, no individual”, siguió Santos que recordó que en la última Cumbre de las Américas de Cartagena los presidentes acordaron que la Organización de Estados Americanos (OEA) analice “distintos escenarios”.“Lo que queremos es que los expertos puedan discutir los distintos escenarios, comenzando por la política que el mundo ha adoptado, si lo que estamos haciendo es lo mejor posible o si hay posibilidad de mejorarlo con alternativas menos costosas y lo más efectivas posibles”.




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