ATENAS, Grecia (Diarios Digitales) Los datos oficiales, con el 89,29% de los votos escrutados, dan la victoria al partido pro-europeísta de Nueva Democracia, que por ahora adelanta por cinco puntos a la coalición de izquierda radical Syriza. Hasta ahora, Nueva Democracia ha conseguido el 29,91% de los votos, mientras que el partido a favor de abolir las medidas de austeridad ha logrado el 26,72%.Eso significa que Nueva Democracia se anotaría el bonus de cincuenta diputados que la legislación griega reserva al vencedor. Y que junto con el socialista Pasok, el partido que ha aprobado los duros ajustes impuestos a la población griega, podrían formar gobierno si consiguen más de 150 escaños entre los dos (el Parlamento se compone de 300 escaños). Si no, necesitarían un tercer partido para gobernar.Además, aunque Nueva Democracia y Pasok consigan finalmente reunir los 151 escaños mínimos que se necesitan para gobernar en Grecia, no está claro que lograran poner en pie un Ejecutivo. El Pasok ahora pone como condición para entrar a formar parte de una Gobierno con los conservadores de Nueva Democracia que también la izquierda radical de Syriza forme parte del mismo. Y Syriza se niega en redondo a gobernar con los dos partidos que han apoyado las medidas de austeridad.En este entorno, Antonis Samaras, líder de Nueva Democracia, intentará desde el lunes formar un gobierno de unión nacional y hacerlo antes de los diez días que tiene como margen. El mandato para formar el nuevo Ejecutivo se lo tendrá que dar el presidente de la República, Carolos Papoulias.El pedido de SamarasEl líder de Nueva Democracia pide que se conceda a Grecia más tiempo para reducir su déficit y que haya una cierta flexibilidad para subir las pensiones más bajas, devastadas por los recortes. La primera ministra alemana, Angela Merkel, ha respondido hasta ahora con un sonoro “nein”. Incluso se especula con que su objetivo no declarado es expulsar a Grecia del euro y con ello de la Unión Europea, para que los demás países miembros comprueben lo caro que resulta no someterse a la disciplina fiscal y presupuestaria exigida desde Berlín. Habrá que ver si un nuevo Gobierno griego obtiene un poco más de comprensión. Coalición a pruebaLa presión de los socios europeos y muy especialmente de Alemania sobre el pueblo griego para que votara a Samaras y rechazara al izquierdista Tsipras se hizo casi insoportable durante los últimos días de campaña.En teoría, la formación en Atenas de un Gobierno conservador y apegado a la ortodoxia económica europea debería calmar un poco la tormenta sobre el euro y aliviar el agobio de países como España. En la práctica, los mercados medirán el grado de resistencia de la hipotética coalición conservadora a favor de la austeridad y el euro, la capacidad de Syriza para desarrollar tareas de oposición en el Parlamento (y posiblemente en la calle, porque el amplio rechazo popular a la austeridad queda categóricamente confirmado) y hasta qué punto constituye una distorsión la presencia de un grupo de neonazis entre los diputados griegos. Amanecer Dorado, el partido de corte fascista que dio la sorpresa en las elecciones de mayo, no sólo no ha bajado, como auguraban los sondeos de hace semanas, sino que se ha mantenido en 7%.El hipotético Gobierno conservador tendrá que someter muy pronto a votación nuevas medidas de austeridad y eso implicará pagar un precio: lo más probable es que con cada una de esas medidas pierda algunos diputados.





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