POSADAS. Tras el pedido de excarcelación por parte de su abogado defensor, fue liberado el efectivo detenido bajo sospecha de estar involucrado en el robo de armas de la Escuela de Cadetes de la Policía, señaló un portavoz oficial. El uniformado fue supeditado a la causa, por lo que aún se encuentra bajo investigación judicial, aunque no así el segundo detenido en este mismo hecho, un pescador domiciliado en Nemesio Parma a quien la Justicia no le otorgó ese beneficio. Por estas horas desde el Juzgado de Instrucción 7, a cargo del magistrado José Alberto López, se analizan las evidencias obtenidas en el allanamiento que se llevó a cabo en la vivienda del hasta ahora único detenido en la causa. Fuentes de la investigación señalaron que las armas de fuego y municiones encontradas por los pesquisas en dicho inmueble no tendrían relación con las denunciadas como robadas en la Escuela de Cadetes. El arresto de los sospechosos se concretó horas después de que el caso saliera a la luz, el miércoles 6 de junio. La primera medida de la Justicia fue tomarles declaración a los involucrados, quienes coincidieron en desvincularse de las acusaciones. Tras los pedidos de excarcelación de los defensores, solamente se le otorgó ese beneficio a la solicitud que presentó el abogado Ramón Grinhauz, quien asiste al cabo de Policía. Se cree que más delicada es, a prima facie, la situación del pescador, en cuya vivienda fueron encontradas una cantidad importante de proyectiles y un pistolón reformado con un cañón 11.25, entre otras armas. De acuerdo a la investigación fueron ocho pistolas calibre 11.25 que se encontraban en la armería las que “desaparecieron”. No obstante, se supo que estas armas no tendrían relación con las robadas. Trascendió desde la pesquisa que las armas que fueron sustraídas formaban parte de un lote rotulado como “en desuso” y se utilizaban en la escuela de policías para prácticas técnicas y no de tiro, aunque sus partes pueden ser utilizadas para refaccionar otro tipo de pistolas, lo que se transforma en un verdadero riesgo. Lo que ahora temen y no descartan los investigadores es que hayan ingresado en el mercado negro, cayendo en manos de delincuentes. Es por ello que se trata de establecer la ruta que siguieron estas armas desde su desaparición.





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