SAN VICENTE. La Policía de esta localidad detectó una maniobra de estafa en la que operarían al menos dos organizaciones delictivas, dedicadas a estafar mediante el robo de vehículos.El “modus operandi” de los delincuentes es trasladar automóviles o camionetas desde grandes centros urbanos del país, por ejemplo la provincia de Buenos Aires, y una vez que el rodado ingresa a suelo misionero y está oculto en la zona de San Vicente, sus propietarios recién radican la denuncia. De esta manera, se benefician no solamente quienes se prestan a defraudar a las compañías de seguros para cobrar la póliza, si no también los “encargados” de reubicar en el mercado los vehículos sustraídos. Se cree que este último eslabón de la banda es la que los comercializa a muy bajo costo, lo que luego es detectado en los controles viales y el único perjudicado es aquel que lo adquirió de buena fe. Otra de las “rutas” que siguen los vehículos robados es hacia talleres acondicionados para el desguazamiento ilegal, donde las autopartes se retiran y se venden en el mercado negro. Desde la Unidad Regional VIII, con asiento en San Vicente, revelaron que esta maniobra fue detectada tras el secuestro de numerosos rodados procedentes de grandes zonas urbanas, y que en varios casos los automotores aún no habían sido denunciados como sustraídos. Esto resultó llamativo a los pesquisas, quienes tendrían datos certeros acerca de la presencia de una conexión local en Misiones -la que recibe los vehículos- y la de una banda que operaría exclusivamente en grandes ciudades, trasladando los automóviles o camionetas -en algunos casos de alta gama-, hacia la zona de San Vicente. Al no registrar aún pedido de secuestro algunos de los conductores de los vehículos logran evadir los controles en las rutas presentando documentaciones originales. Una vez que llegan a la “tierra colorada” los delincuentes se encargan de poner en “resguardo” u ocultar los rodados. Recién ahí los propietarios radican la denuncia por robo, facilitando el accionar de la gavilla, que falsifica las numeraciones en chasis y motor y hasta documentaciones para poder venderlos y continuar estafando a los incautos compradores. Un antecedente cercanoVinculado con este tipo de delitos, el 9 de diciembre del año pasado un soldado voluntario del Ejército Argentino fue detenido en Candelaria a bordo de un Citroën C-5 que decía haber comprado en “buena fe” en el interior de Misiones, y que resultó ser robado en Buenos Aires.Efectivos de la Policía de Misiones detuvieron al uniformado en el centro de la localidad. El apresado no pudo justificar en ningún momento el origen del lujoso vehículo y sólo dijo que lo había comprado semanas atrás en una localidad que no trascendió.Ante la consulta realizada por el magistrado José López, al frente del Juzgado de Instrucción 7 de Posadas, se conoció que el Citroën C-5 tenía pedido de captura emitido por la Unidad Fiscal 15 de Esteban Echeverría (Buenos Aires) por el delito de robo automotor, perpetrado el 23 de junio de 2011.En ese momento y como lo había anticipado PRIMERA EDICIÓN, los investigadores comenzaron a sospechar de una banda que roba los autos en Buenos Aires, los “enfría” en Misiones y luego los comercializa.




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