POSADAS. Se produjo ayer en esta ciudad una nueva jornada de protesta de los casi cincuenta trabajadores del quebrado frigorífico El Zaimán, cuyo propietario, Levi Giménez, sigue sin aparecer y adeuda casi siete meses de salarios. El marco de la manifestación fue la calzada completa de la ruta 12 a la salida de la capital, lo que provocó largas colas de vehículos que intentaban salir y entrar a la ciudad. Ayer, finalmente el Gobierno convocó a una reunión entre el subsecretario de Seguridad, Julio Lenzken, Marcelo Quiroga, de Jurídicos del Ministerio del Agro, y el secretario general del sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne, Doroteo Sosa. Con la negociación, se abrió una tregua de quince días en los cortes de ruta y manifestaciones. Sobre la expropiación, Sosa dijo a este diario que “está en estudio y hemos decidido retirar a los muchachos de las rutas para buscar una forma jurídica y legal para poder empezar”.Sobre los dichos de Closs, cuestionando el corte y la protesta, Sosa dijo que no opinaría “porque no escuché las declaraciones. Creo también que el Gobernador no está informado en su debida manera”. Ratificó que “los trabajadores no se irán del frigorífico. El reclamo del legítimo derecho de los salarios adeudados va a continuar con un compás de espera”.Sobre el avance en las negociaciones para expropiar, agregó que “sería un hipócrita si te digo que estamos en lo mínimo, pero soy optimista y creo que estamos en una parte muy avanzada”.También lograron hablar con el juez Fernando Verón, quien mandó a secuestrar los vehículos de la planta. “Creo que se dejó llevar por los abogados de la empresa. No sabía que esas cosas eran manejadas a nombre de testaferros, de terceros”, opinó Doroteo Sosa. Arriesgó que a su entender, la causa judicial “va a volver a foja cero”. Y confirmó que, en la tregua, “estamos en reunión permanente con la comisión que se dejó conformada en el Ministerio de Gobierno”.





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