LONDERO (Enviados Especiales). Mediante un camino de tierra rodeado de vegetación, donde las viviendas se ven cada tanto e incluso algunas están más distanciadas que otras, PRIMERA EDICIÓN arribó a Londero. Un lugar que tomó mucha resonancia hace semanas por los avistajes de objetos no identificados. Alejados de las zonas urbanas, los vecinos decidieron que era necesario tener agua en red y tras largas tratativas y con la ayuda y el asesoramiento del Inta, lograron el objetivo. Así es como distintos grupos se organizaron y consiguieron la colocación de bombas, ya sea en vertientes o pozos perforados y desde allí tanques, y la distribución en red del vital líquido por más de seis kilómetros. Sólo en el Paraje Secadero Quemado son más de 18 las familias que hace casi dos años tienen acceso a esta conexión de agua. Yanina Rodríguez contó que “por más de dos años mi mamá y nosotros tuvimos que acarrear agua de una vertiente que está a unos 250 metros hacia abajo (están en una lomada). Así que cargábamos los tachos de veinte litros y con mis hermanos y mi mamá traíamos el agua. De la escuela que está cerca, mi mamá buscaba el agua para tomar, para todo lo demás acarreábamos en baldes de las vertientes y juntábamos de la lluvia para la limpieza. Esta conexión nos trajo mucho alivio”. Además, agregó que “mi mamá y unas diez familias que estaban acá se movieron e hicieron los trámites con el Inta para poder realizar la conexión de agua. Tuvieron que juntar firmas para iniciar el trámite y por suerte salió y ahora tenemos agua. Incluso a las familias que estaban más lejos y no llegaba la conexión les dieron tanques para que puedan almacenar”, indicó. Asimismo, otros vecino, don Correa, de 72 años, quien hace casi cuatro décadas vive en el lugar, contó que “fue una solución la instalación. Yo tengo dos pozos que dan muy buena agua, pero realmente el poder tener un sistema de red es mucho mejor. Además es muy buena el agua de la naciente donde conectaron las bombas e incluso en el verano y ahora con la sequía tenemos agua. Por ahí el bombeo es de una hora o dos por día, pero ya alcanza para llenar los tanques, porque la sequía nos golpeó mucho”, contó. Solución al traslado Haciendo unos cuatro kilómetros más adentro del paraje, otras 18 familias también se ven beneficiadas con el sistema de conexión en red de agua. Antonio Solís contó “hace unos 18 meses que tenemos la conexión y realmente nos solucionó muchísimo, hace cuarenta años que vivimos acá y antes acarreábamos el agua con carro para todo lo que necesitábamos, acá estamos en una loma y las vertientes están lejos y hacia bajo, así que había que buscar. Ahora, con el asesoramiento del Inta hicimos un reservorios, entre todas las familias colocamos las bombas y se hicieron las conexiones, gracias a eso tenemos el agua potable”, que es exclusivamente para consumo familiar. Este verano fue e incluso ahora es bastante duro y la poca cantidad de líquido que tienen las vertientes hace que se tenga que medir. “Casi tuvimos problemas, pero controlando alcanza, el agua se bombea dos veces al día y así podemos tener agua en los tanques, ya que es exclusivamente para uso familiar”. También Sunilda, otra vecina del mismo paraje, contó a PRIMERA EDICIÓN su experiencia. Aunque ella hace casi un año que llegó al lugar, “cuando recién me mudé tuve que traer agua de la casa de mi hermana, que tiene la conexión. Porque por acá no hay, hay que buscar de las vertientes, ya sea caminando o con carros. Nosotros no tenemos carro así que por suerte mi hermana está cerca. Hace unos meses me conectaron al sistema de red y contamos con el agua que es tan necesaria”, indicó.





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