MOSCÚ (AFP-NA). Rusia, aliada de Siria, no autorizará en el Consejo de Seguridad de la ONU el recurso a la fuerza contra este país, declaró ayer el ministro ruso de Exteriores Serguei Lavrov, una posibilidad cuyas consecuencias serían “gravísimas”.“Estamos inquietos por la reacción de ciertos actores exteriores que apoyan abiertamente a las unidades armadas y piden al mismo tiempo a la comunidad internacional actos concretos para cambiar el régimen en Siria”, dijo.Moscú solamente aceptaría de buen grado la partida del presidente Bashar Al Assad si “los sirios están de acuerdo con ello”, añadió.El ministro ruso afirmó además que “no hay alternativa” al plan de paz del emisario internacional para Siria, Kofi Annan, aunque reconoció que no se está aplicando.“Observo que el plan de Kofi Annan empieza a empantanarse. No podemos admitirlo. No hay alternativa a la aplicación de este plan”, declaró Lavrov.En Nueva York, diplomáticos informaron que representantes de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos trabajaban en el texto de un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, proponiendo la adopción de sanciones contra Siria. Mientras tanto la matanza de civiles sigue. Ayer el ejército sirio mató a por lo menos 23, 17 de ellos en la ciudad sureña de Daraa, informó un monitor de la ONU, al tiempo que aumentaba la indignación por la masacre en la aldea de Al Kubeir.Los observadores de la ONU que visitaron Al Kubeir, cerca de la ciudad de Hama, dijeron que pudieron ver manchas de sangre en las paredes y “un fuerte olor a carne quemada”, en un testimonio que llevó a países occidentales a pedir nuevas sanciones contra el Gobierno sirio.De acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), nueve mujeres y tres niños se incluyen entre las 17 víctimas en un bombardeo a una zona residencial de Daraa. Docenas de personas resultaron heridas, algunas de ellas de gravedad, en una ciudad considerada la cuna de las protestas contra el presidente Bashar al Assad en marzo del año pasado, siempre según el OSDH.En Homs, fuerzas del Gobierno atacaron diversos barrios con artillería y morteros ayer por la mañana, en una tentativa por recuperar el control de toda la zona, dejando un saldo de seis personas muertas.Unos veinte observadores de la ONU lograron autorización para ingresar el viernes a Al Kubeir, un día después de ser atacados a balazos por desconocidos. En el interior de algunas casas la sangre era visible en paredes y pisos. Algunas casas estaban aún en llamas y había un fuerte olor a carne quemada”, dijo el portavoz de la ONU Martin Nesirky.





Discussion about this post