OBERÁ (corresponsalía). El Tribunal Penal 1 de esta ciudad condenó a Orlando Briz (25) a prisión perpetua como autor penalmente responsable de los delitos de “homicidio calificado por la alevosía y homicidio simple en concurso real”.Cerca del mediodía de ayer se conoció la sentencia en la voz de la camarista Lilian Amalia Avendaño, quien presidió el juicio oral y público que comenzó el 24 de mayo y tuvo cuatro jornadas que se repitieron en forma semanal para escuchar a los testigos.Además, se hizo lugar a la acción civil por daño moral y se lo condenó a pagar la suma de 295 mil pesos. La lectura de los fundamentos de la sentencia se realizará el próximo día 18, a las 12.El jueves fue la última jornada de testimoniales. Ayer se escucharon los alegatos, a cargo de los abogados que llevaron adelante la acción civil, la fiscal del Tribunal y el defensor de Orlando Briz.La representante del Ministerio Público Fiscal pidió el cambio de carátula para el caso de Valentina Orué, sobre quien argumentó que “se encontraba en un estado de indefensión cuando fue asesinada, dormida en su pieza”. De esta manera encuadró la conducta del autor en el artículo 80 inciso 2 del Código Penal: homicidio calificado por alevosía.La fiscal Estela Maris Salguero de Alarcón consideró que la situación de Elida fue distinta porque llegó a la habitación y se encontró con el escenario dantesco. Podría haber tomado otra actitud como salir del lugar, llamar a la Policía o pedir ayuda, pero optó por defender a su hija. Es por ello que pidió que, en este caso, Briz fuera condenado por “homicidio simple en concurso real”. Ambas calificaciones fueron ratificadas por el Tribunal.Los elementos que comprometieron a Briz fueron una mancha de sangre que tenía en su slip y pertenecía a una de las víctimas, el corte en una de su manos y la declaración de otros detenidos que estuvieron en prisión con él, donde habría confesado la autoría del hecho.El abogado del acusado, Luciano Luna, defendió la inocencia de su cliente y en el marco de su alegato dijo que “hubo mucha presión mediática” en torno al caso, y “pocas pruebas. Estamos casi a fojas cero y los testimonios son dudosos y de oído, no presenciales del hecho”, manifestó a los jueces. Por esta razón, Luna pidió la absolución de Briz en base a lo previsto en el artículo 4 del Código Penal, que prevé el in dubio pro reo (la duda favorece al reo).El profesional manifestó que “hubo comodidad policial en la investigación que fue deficiente”. Y agregó: “no se puede condenar a la primera persona que se atraviesa en un proceso, porque no se siguieron pistas como la de una moto que tendría patente paraguaya y andaba por el lugar, como así también de un vehículo Gol”, alegó. El alegato de Luna cerró esa etapa y culminó minutos antes de las 11 de ayer.Luego, el Tribunal presidido por Lilian Avendaño, secundada por los camaristas Francisco Aguirre y José Pablo Rivero, se retiró a deliberar. El veredicto se conoció poco antes de las 12. Un hecho atrozEl doble homicidio de Valentina Orué y su madre Elida es uno de los hechos más aberrantes de los últimos años en Oberá. Ocurrió en la madrugada del 3 de julio del 2009 en las calles Pilcomayo y Moreno, donde ellas vivían. Fueron ultimadas a golpes y puñaladas.Orlando Briz las ayudaba en la elaboración de chipas. Ayer, cuando el Tribunal le cedió la palabra, después de los alegatos, se declaró inocente y dijo “quiero que esto se aclare, porque eran como una madre y una hermana para mí”, indicó en referencia a las víctimas.Marcelo Orué rompió en llanto cuando al finalizar su alegato, la fiscal Salguero destacó que su madre era una reconocida vendedora de chipas que siempre estaba frente al banco Macro de esta ciudad y su hermana Valentina una docente muy querida de la escuela 184 del barrio San Miguel.





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