ASUNCIÓN, Paraguay (AFP-NA). La ministra paraguaya de la Niñez y la Adolescencia, Liz Torres, dijo estar decepcionada del jefe del Ejecutivo, el presidente Fernando Lugo, por el nuevo escándalo que lo involucra y que lo obliga a reconocer a otro hijo varón que concibió cuando era obispo católico.“Me sorprendió cuando me enteré y me decepcionó como miles de hombres irresponsables”, señaló la funcionaria.Dijo que su ministerio impulsa en el Congreso un proyecto de ley para facilitar el reconocimiento de los niños. “Es una ley que debemos implementar cuanto antes”, afirmó.Torres se refería a la decisión del gobernante el martes de reconocer como su hijo al niño Ángel de diez años, fruto de su unión con la enfermera Narcisa Delacruz, cuando se desempeñaba como obispo católico en el departamento de San Pedro, el más pobre del país.Por su parte, la ministra de la Mujer, Gloria Rubín, dijo celebrar la actitud de la mujer “por reconocer el derecho de su hijo de llevar el apellido de su verdadero padre”.“Aliento a todas a las mujeres que están en esa situación a luchar para conseguir ese derecho que tienen todos los niños y niñas del Paraguay y del mundo”, observó.De su jefe, el presidente, dijo: “Es un hombre como cualquier otro que tiene las mismas obligaciones y los hijos tienen los mismos derechos, así como los hijos de cualquier otra persona”.El jefe de Estado ya reconoció en 2009 al niño Guillermo Armindo (cinco años), y soporta por otra parte dos demandas, de la ex limpiadora del Obispado, Benigna Leguizamón.





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