BUENOS AIRES (NA y Agencias). Marcos Córdoba, conductor del tren que provocó la muerte de 51 personas, declaró a la Justicia que intentó detener la formación y no pudo. Aseguró que nunca le diagnosticaron la enfermedad que le atribuyen.El conductor del tren que protagonizó la peor tragedia de ferrocarriles en la historia de la Ciudad se presentó ante el juez federal Claudio Bonadío y dijo que accionó los frenos para detener la formación, pero estos no respondieron. Además, Córdoba negó haber sufrido un ataque de epilepsia. “Jamás me la diagnosticaron”, aseguró ante el magistrado en la ampliación de su testimonio. Esta afección había sido denunciada por otros involucrados en la causa, como el ex secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, quien pidió que el motorman sea examinado por el Cuerpo Médico Forense. En las próximas horas Bonadío definirá si hace lugar a un pedido de la defensa del detenido Claudio Cirigliano, dueño de TBA, para que se le conceda la prisión domiciliara, informaron fuentes judiciales a “Infobae.com”. El juez ya excarceló a Daniel Rubio y Darío Tempone, otros directivos de TBA, quienes habían sido demorados por obstrucción a la investigación. La declaración Con respecto al motorman, la de ayer fue una ampliación de la declaración que realizó no bien comenzó la investigación, ya que Córdoba fue el primer indagado del caso, e incluso llegó a estar detenido, pero fue liberado tras hacer su descargo. En su declaración, ayer dijo: “Intenté por todos los medios mecánicos posibles detener la formación”, al dar una explicación detallada y técnica sobre el sistema de frenado, según informó su abogada Valeria Corbacho a Infobae.com. Al ser interrogado, Córdoba reiteró lo que dijo que su declaración anterior: que no le respondieron los frenos; que quiso activar el freno de mano y tampoco lo consiguió; y aludió a fallas técnicas que se venían registrando en forma reciente y sobre las cuales habría alertado a otros maquinistas.





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