POSADAS. Avanza la implementación del Programa de Tecnificación del Proceso de Secado, iniciativa que el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) ha puesto en marcha en respuesta a una creciente problemática del sector, la falta de leña. El plan consiste en el financiamiento del equipamiento que necesitan los secaderos de yerba mate, para utilizar el chip como fuente de calor, en reemplazo de la leña.Hasta la fecha, 68 plantas de secado de la zona productora solicitaron y recibirán el apoyo del INYM. De ese total, 28 ya están funcionando con el sistema que resuelve la falta de leña, y es más amigable y eficiente en términos sociales y económicos.De esta manera, “los tradicionales y centenarios hornos a leña van siendo reemplazados por quemadores de chip, que producen el mismo efecto calórico pero con evidentes ventajas en cuanto al desarrollo operativo de las plantas de secado y la reducción del impacto ambiental al producirse una mejor y más completa combustión con el agregado de que se evita la tala de árboles para uso exclusivo de leña”, explica Raúl Escalada, responsable del departamento técnico del INYM.Destacan el cambioEl profesional enfatizó que “el cambio es contundente, el solo hecho de observar funcionando un secadero con esta tecnología, refleja lo ventajoso de su aplicación, donde desaparecen de las playas, las estibas de leña que son reemplazadas por prácticos depósitos de chip, y operarios que manejan pequeños tableros con llaves que sincronizan el movimiento y el quemado de chip a distancia, sin sentir siquiera los efectos del calor de los hornos”.La diferencia en los costosEn cuanto a los costos, vale recordar la experiencia del establecimiento de yerba mate ubicado en Dos de Mayo, cuyo propietario es José Luis Lorenzo. “Si antes usaba diez mil kilos de leña, hoy uso siete mil kilos de chip, o sea un 30% menos. Hoy se paga 120 pesos la tonelada de leña, y 75 pesos la tonelada de chip puesto en secadero”, dijo Lorenzo al comparar los dos procesos.El aprovechamientoEs de destacar que actualmente se utiliza en la producción de chips, los elementos de descarte de aserraderos (costaneros, despuntes y rezagos), que en la mayoría de los casos se inutilizaban y eliminaban por combustión y hoy representan un bien valorado como combustible en el proceso de secanza de la yerba mate, generando además una incipiente industria relacionada a la producción y provisión de chips a distintas empresas yerbateras de la región.





Discussion about this post