POSADAS. La Justicia investiga el faltante de al menos ocho pistolas calibre 11.25 de la Escuela de Cadetes de la Policía de Misiones. Las armas de fuego se encontraban guardadas en un depósito de la armería de la institución, ubicada en Miguel Lanús. Según se pudo establecer, formaban parte de un lote de armamentos denominado “en desuso”, es decir que se utilizaban para prácticas técnicas y no de tiro, ya que carecían de algunos de sus accesorios (se las envió a dicho predio para su reparación). Justamente lo que preocupa y llamó la atención de los pesquisas, es que las pistolas pueden llegar a ser refaccionadas y sus repuestos sirven para arreglar otras armas. Es decir que en las manos equivocadas pueden ser peligrosas. El faltante de las pistolas fue detectado a finales del mes pasado, cuando se llevó a cabo una revisión rutinaria del inventario con el que cuentan las distintas áreas de la institución formativa. Al cotejarse con el último control similar, llamó la atención que ocho de las pistolas 11.25 destinadas a las prácticas de defensa personal habían desaparecido. Poco más de una semana después (es decir ayer) tomó conocimiento del hecho el Juzgado de Instrucción 7, a cargo del magistrado José López, que se hallaba de turno en esa fecha. Una vez al tanto de la situación el juzgado se puso en contacto con las autoridades de la escuela de cadetes, quienes le confirmaron que efectivamente, varias armas no estaban en el depósito. Hasta el momento no se había efectuado denuncia alguna, en este caso en la comisaría jurisdiccional (Décima), pero por orden judicial anoche se comenzaron a realizar las actuaciones preliminares. HipótesisEn base a los primeros datos que manejan los investigadores, no se puede establecer en qué fecha exacta fueron robadas las pistolas. No descartándose que podrían haber sido sustraídas durante la reciente crisis policial, donde las guardias estuvieron reducidas por cuestiones operativas y por la inestabilidad que existía en cuanto a la grave situación por el reclamo. Por el momento se aguardan órdenes de la Justicia para determinar responsabilidades, si es que le pueden caber a algunos encargados de áreas específicas de la escuela de cadetes. Alto poder de fuegoUn dato que salió a la luz en el marco de la investigación del faltante de armas de fuego, es que dentro del lote supuestamente en “desuso”, había armamentos de alto poder de fuego que funcionaban perfectamente, como así también proyectiles. Se tratan de fusiles FAL, pistolas nueve milímetros y metralletas, que extrañamente se hallaban entre las armas que estaban para su reparación, pero que no fueron llevadas por los ladrones. No se descartaba que los investigadores se presenten en la escena, para realizar pericias de rigor. Por otra parte, no es la primera vez que la escuela de cadetes se encuentra en el ojo de la tormenta. Una denuncia que publicó en exclusiva PRIMERA EDICIÓN dio cuenta de denuncias por maltratada psicológico y sobreexigencia física en dicha institución. A raíz de ello, jóvenes aspirantes tuvieron que pedir la baja y abandonar su objetivo. Los relatos en su momento causaron un escándalo, incluso en la cúpula policial, teniendo en cuenta que tras idas y venidas finalmente las autoridades dieron la cara en una conferencia de prensa. En dichas circunstancias, quien era el jefe de policía, Comisario General Benjamín Roa, jamás salió a dar explicaciones a este Diario con respecto a las denuncias. Los padres de muchos de los aspirantes reclamaron Justicia, sin embargo el caso quedó estancado y no hubo responsables.





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