POSADAS. La falta de mantenimiento a la cuenca del arroyo El Zaimán es desesperante. Vecinos y ecologistas temen, por igual, que a raíz de la imparable proliferación de plantas acuáticas, el arroyo pierda del todo su capacidad de oxigenación natural y comience el lento proceso de su muerte y también de toda la biodiversidad que se desarrolla alrededor de él. La vida y la salud humana no están ajenos al impacto que provocaría.A simple vista, la basura que se acumula en sus orillas, amén que los mosquitos y alimañas que pululan alrededor hacen pensar que definitivamente la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) no se está encarando el debido tratamiento costero.A ello se remitió el referente del Centro de Estudios Municipales y Provinciales (Cemupro) Eduardo Luján, para quien “eso es una obra pendiente, que aparentemente hoy no está proyectado. Al no hacerse el tratamiento, por las mismas características del lugar, El Zaimán es un arroyo que ha quedado estancado y por lo tanto el proceso habitual que tiene ese estancamiento es que los desechos que se arrojan indebidamente “nutran” el agua hasta hacerla apta para el crecimiento de algas y otros vegetales que -como no son característicos de la zona-, mueren por el estancamiento y generen todos los problemas de parasitosis”, describió Luján. Las nuevas enfermedades que pueden aparecer “son difíciles de dimensionar”, según confió a PRIMERA EDICIÓN el jefe de salubridad de Encarnación, Victoriano Vázquez, consultado por la situación de la vecina ciudad, que está casi en igualdad de condiciones respecto de sus arroyos. Sucede que en su municipio se está iniciando un trabajo integral y a conciencia sobre el mantenimiento de los arroyos, no solamente para tenerlos libre de vectores de enfermedades, sino también para aprovecharlos con fines turísticos. “Las cuencas de los arroyo urbanos perdieron en movimiento, con lo cual su capacidad de autodepuración es muy baja. Este escenario exige que el trabajo de mantenimiento sea sistemático e integral y ya no estamos hablando de que por ser otra ciudad, las consecuencias no nos van a llegar”, alertó. En Posadas, “es todavía la EBY la que tiene a bajo su responsabilidad el manejo del tratamiento costero”, a decir de la directora de Calidad de Vida de la Municipalidad de Posadas, Lilian Tartaglino .Hay que recordar que está en vigencia la Ley de Sirga, en el Código Civil, que prevé que los arroyos navegables resguarden un espacio de 35 metros libres entre construcciones y agua para que se reforesten con flora autóctona para su conservación. Una deuda pendiente.





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