APÓSTOLES. El viernes por la noche se inauguró la exposición del artista plástico apostoleño, Andrés Paredes en el Centro Cultural Raúl Delavy, denominada “Pulsiones”. Se trata de un compendio de obras gestadas en diferentes etapas: hay trabajos de 2005 a 2012. Algunas de las obras, de gran porte, han sido objeto de excelentes críticas en importantes medios nacionales abocados a la difusión del arte contemporáneo, y exhibidas con antelación en la Fundación Proa, uno de los centros culturales más prestigiosos de Buenos Aires. En su mayoría, los trabajos están realizados en papel calado y en madera como materiales preponderantes, bajo una técnica que el artista definió como “el modelado en resina poxi”. Paralelamente a las obras, se puede apreciar por medio de una pantalla, filmaciones que dan cuenta del proceso productivo de algunas de estas obras.A pesar de ser un joven artista con una fuerte proyección en le ámbito del arte contemporáneo nacional e internacional, esta es la primera exposición individual de Paredes en su ciudad natal, y la primera en la provincia también. Pulsiones se mantendrá abierta al público en el Centro Cultural Delavy hasta el 25 de junio, para luego ser presentada en el Centro del Conocimiento de Posadas, donde permanecerá durante tres meses.“Mis obras siempre las trabajaba en blanco y negro, pero aquí hay obras que van del verde de la naturaleza, rojo como la tierra, siempre evocando a la naturaleza” expresó el artista en la breve alocución desarrollada durante la apertura de la muestra, que fue acompañada por un importante marco de público.Crítica Ana Martínez Quijano es Crítica especializada en arte del Diario Ambito Financiero. Sobre las obras de Andrés Paredes ha escrito: “En las bellas obras del artista misionero se percibe una línea que fluye con energía desde su adolescencia. La infinitud de esa línea primordial, evoca la exultante naturaleza que lo deslumbró en su infancia, tanto como el barroco americano de las ruinas jesuíticas o las melancólicas formas del art noveau que conoció a través de los libros.No hay quiebres en esa línea que, por contrario ha ganado autonomía y con elegante precisión entreteje empecinada el sentido de la obra”.“El dibujo desplegado en los encajes de madera y papel, oscila entre lo bidimensional y tridimensional, ya que en los troncos, brotes y enramadas, los cortes y recortes permiten el paso de la luz. De este modo, las obras proyectan una sombra que configuran su totalidad y entablan un diálogo cargado de matices y sutilezas. A pesar de su levedad, la sombra liberada se apodera del espacio y adquiere un inusitado protagonismo. En la fragilidad del papel, el enjambre de luces y sombras de apariencia abstracta, trae a la memoria los bordados del Paraguay, aunque los diseños de Paredes están cargados de relatos autobiográficos, de sus sensaciones más íntimas”. “Sin temor y sin prejuicios, Paredes busca la belleza más extrema y radical, mientras, en un sentido epicúreo, se dedica a cultivar las plantas que crecen en su jardín. En la soledad voluntaria de Apóstoles, dibuja una línea que se desliza, incesante, por todos sus trabajos. Todos los dibujos pueden ser vistos como uno solo, que se extiende en la propia continuidad de esa línea que fluye sin pausa, como si en el exceso ornamental de esas ondulaciones, se fuera construyendo el sentido de toda la obra”.





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