POSADAS.Una nueva noche con el influjo y la magia de la música se vivió el martes en el Teatro Lírico del Centro del Conocimiento y con la presentación de la Orquesta Académica del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, dirigida por el maestro Francisco Noya, que inició aquí una gira que proseguirá por Corrientes, Chaco, Entre Ríos y Santa Fe. Con integrantes cuyo promedio de edad ronda los veinte años, el cuerpo orquestal constituye, más allá de las frases tecnicistas con que se los encuadra en el folleto – programa de los conciertos- el “semillero de dos grandes orquestas: la Estable del Teatro Colón y la Filarmónica de la Ciudad de Buenos Aires. Oyendo a esas semillas se intuye el futuro de excelencia que les aguarda a esas orquestas cuando se produzcan los recambios en sus integraciones. Merecidos fueron los aplausos que coronaron cada una de las interpretaciones, influyendo también para ello la calidez, la energía que demuestra y transmite el director. Energía que se concentra en los músicos y es devuelta al público en forma de interpretaciones magistrales. El repertorio de la primera parte quizá -y a pesar de las explicaciones previas de Noya- no tuvo una llegada más fuerte al público, ya que tal vez, luego de la Obertura de Coroliano, de Ludwig van Beethoven, esperaban algo en esa misma línea clásica, pero el ofrecimiento fue de dos piezas de autores contemporáneos (Daniel Doura) y Aaron Copland que no alcanzaron el brillo -a pesar de una excelente demostración de calidad orquestal- que quienes colmaron el Teatro Lírico deseaban.Tras un intervalo para colocar el piano se presentó el trío de Mario Parmisano (definido por Noya en comunicación con el público como “un monstruo, un monstruo”), Jorge Oss, admirado por sus jóvenes colegas de la orquesta y al cual la “monstruosidad” también le calza, y en batería Lucas Canel, quien demostró que no está por debajo de la línea de sus compañeros. Con ellos fue el homenaje a Astor Piazzolla, a los veinte años de su fallecimiento.Las interpretaciones fueron saludadas con el mismo entusiasmo por los plateístas que por los músicos. Realmente un trío monstruoso (al decir de Noya), lo que en la jerga musical actual significa, más o menos, “¡espectacular!” (E.A.). La Orquesta AcadémicaLa Orquesta Académica (creada en 1995) se integra con alumnos de la Academia Orquestal del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. La Academia Orquestal es una carrera de dos años, instrumentada en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, con el objetivo de formar a sus estudiantes en la práctica orquestal. La formación de los alumnos incluye clases de instrumento, música de cámara, repertorio orquestal (en ensambles), historia de la música y práctica orquestal a realizarse en las orquestas Estable del Teatro Colón y Filarmónica de Buenos Aires, bajo la tutela de sus maestros, así como en la Orquesta Académica del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. La carrera no es arancelada y la dirección del Teatro Colón intercede ante fundaciones y ONG que brindan apoyo a estudiantes para gestionar su ayuda económica -becas- a participantes de la Orquesta Académica. El cuerpo docente está integrado por solistas de las orquestas Estable del Teatro Colón y Filarmónica de Buenos Aires e invitados de gran trayectoria. Uno de ellos es el maestro Francisco Noya, que dirigió la orquesta en el concierto brindado en el Teatro Lírico del Centro del Conocimiento de Posadas, en la noche del martes 29 de mayo, ocasión en que estuvo integrada por casi cincuenta jóvenes de ambos sexos.





Discussion about this post