POSADAS. Finalmente se confirmó lo que era una decisión cantada. La Justicia dictó la falta de mérito del changarín sospechado de rociar con combustible y prender fuego a su concubina, en un episodio registrado el lunes 19 de marzo en una humilde vivienda del asentamiento Los Lapachitos de esta ciudad.En ese contexto, el imputado recuperó la libertad en los estrados del Juzgado de Instrucción 3, a cargo del magistrado Fernando Luis Verón. Ocurrió el jueves 10 de este mes, aunque trascendió recién en la víspera.Para el magistrado no había elementos probatorios suficientes para procesar o sobreseer al acusado, razón por la que ordenó su liberación. Igualmente, al menos por el momento, seguirá vinculado a la causa que se instruye como presunto “homicidio simple”.La decisión de Verón coincide con el pedido formulado hace un mes por el defensor oficial de instrucción 3, Marcelo Ozuna, para que se dictara la falta de mérito en favor de su defendido y este pudiera salir en libertad.La carga probatoria contra el único sospechoso en la causa se alivianó, por no decir se derrumbó, a partir de un error garrafal: el cuerpo de Ramona Isabel Benítez fue inhumado sin ser sometido a una autopsia.Por el momento, al menos de manera oficial, no trascendió que alguien fuera sancionado por esta equivocación.Ni los peritos pudieron trabajar sobre el cuerpo para establecer, en base a las características de las quemaduras, si la víctima se arrojó el combustible o se lo lanzaron. Verón valoró de manera significativa el testimonio del subcomisario Roberto Encina, uno de los primeros en arribar a la casa de la tragedia.El uniformado reveló que la mujer le contó, entre sollozos de dolor, que “se tiró nafta en un bañito y se prendió fuego”.Este testimonio, según la pesquisa judicial, fue coincidente con el de una médica que atendió a Benítez en el Madariaga, cuando le preguntó qué había ocurrido.Benítez dejó de existir el domingo 25 de marzo en el citado centro de salud. El juez de la causa se enteró tres días después. Tenía quemaduras en el 80% del cuerpo y lesiones gravísimas en las vías aéreas, que desembocaron en su deceso. La frase que reveló un infiernoEn la extensa resolución del juez de Instrucción 3 de Posadas, Fernando Luis Verón, trascendió la frase que Ramona Isabel Benítez habría lanzado al principio de su internación en el sector de terapia intensiva del Hospital Escuela Ramón Madariaga.La misma constituye un reflejo del infierno que, al parecer, vivía con su pareja en una humilde vivienda del asentamiento Los Lapachitos, de Posadas.“Mientras yo esté en este hospital, quiero que él -por su concubino, que en ese momento permanecía detenido- esté al pie de la cama, postrado como yo, para que sienta lo que yo siento y sufra como yo”, habría dicho la mujer a la profesional que la atendió en el nosocomio estatal.Lamentablemente, no hubo forma de refutar los dichos del imputado, ya que el cuerpo de la infortunada víctima fue inhumado sin ser sometido a autopsia.Ni los peritos pudieron trabajar sobre el mismo para determinar, por las características de las quemaduras, si la mujer se arrojó el combustible o si se lo lanzaron. Un error lamentable que debería ser sancionado.





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