POSADAS. Con una importante convocatoria de médicos argentinos y provenientes de otros países americanos, comenzó ayer el Curso Internacional de Cirugía Vaginal en el sanatorio Boratti. Con operaciones en vivo, que se trasmitían a través de una pantalla en el aula magna, y destacados docentes invitados, los médicos presentes avanzaron en el conocimiento teórico y práctico de esta técnica quirúrgica que había sido dejada de lado por la cirugía abdominal y que, hace algunos años, volvió a recobrar prestigio por ser mínimamente invasiva. Trasmitir el conocimiento teórico y práctico de esta técnica fue lo que llevó a un grupo de ginecólogos (entre ellos Javier Del Lonho y Carlos Arce) a organizar este curso que se desarrollará hasta el sábado. Para problemas funcionales Uno de los docentes extranjeros invitados, Roberto Solís Pérez (México), señaló que “la cirugía vaginal es una técnica quirúrgica que puede utilizarse en las histerectomías (extracción del útero) y los médicos debemos capacitarnos para practicarla porque las mismas pacientes nos demandan cada día mejores métodos quirúrgicos para su pronta recuperación. Esta es una técnica revolucionaria, cuyos antecedentes datan de 1870 pero recién ahora comenzó a retomarse la vía vaginal con la importante ayuda de los avances en anestesiología”. Indicó que la recuperación de una paciente con cirugía abdominal demanda entre siete y veinte días, “pero en la cirugía vaginal la paciente se recupera en un día, obviamente se requiere una buena preparación del ginecólogo en este procedimiento… por eso estamos aquí, donde estamos con los pacientes en este proceso de aprendizaje”. La cosmetoginecología La cirugía vaginal es, además, la técnica más utilizada en la llamada cosmetoginecología. “Hay muchas mujeres que tienen problemas con sus genitales externos, por ejemplo, los labios muy grandes o hipertrofiados o vaginas deformes debidos a los partos que han tenido y aprovechan una cirugía vaginal, quizá realizada por otros motivos (una histerectomía), para corregir estas cuestiones. También hay mujeres que tienen vulvas muy delgadas… agregarles volumen con grasa de su propio cuerpo es lo que se llama rejuvenecimiento genital. Con los años, también los genitales envejecen y para muchas es motivo de angustia… se ocultan hasta de su esposo. Por eso, a través de la cosmetoginecología, muchas pacientes recuperan su autoestima”, indicó el médico especialista Alejandro González (República Dominicana). Al respecto, Solís Pérez indicó que lo más frecuente en la actualidad es la combinación de los procedimientos ginecológicos con los cosméticos. “Tradicionalmente, el ginecólogo no daba importancia a la estética, incluso de una cicatriz como la cesárea, que antes surcada en forma vertical todo el abdomen de la mujer. Pero los ginecólogos estamos aprendiendo a tratar más sutilmente a la mujer, a pensar en cómo se sentirá al verse y el impacto quirúrgico que deja una cicatriz. La ginecocosmética nos ayuda a combinar estos procedimientos, permitiéndonos hacer una corrección ginecológica”, señaló el especialista mexicano. Ampliar el punto GAmpliar el punto G es uno de los pedidos que comenzaron a animarse a expresar algunas mujeres. Según precisó el médico dominicano Alejandro González, “es un punto localizado en el tercio interior de la vagina, donde hay fibras muy sensitivas. Muchas mujeres que refieren no llegar al orgasmo tienen el punto G muy atrofiado y aplanado. Pero localizando este punto por tacto o a través de una ecografía podemos aumentar su tamaño poniendo grasa para aumentar la fricción del pene en la vagina, lo que le permitirá tener orgasmos más fácilmente. Ampliar el punto G mejora el orgasmo, no incide sobre los problemas emocionales”. Mujeres bendecidas Para el médico boliviano Ramiro Ampuero, “Dios a sido muy bueno con las mujeres desde el punto de vista sexual, pues les ha dado un clítoris que la única función que tiene es el placer. El varón no tiene nada de eso. Ahora, con la detección del punto G, ese orgasmo puede multiplicarse y durar cada uno más de treinta a cuarenta segundos de intensidad. A los hombres, injustamente, se les ha dado la hormona para que siempre estén pensando en el sexo”. Para Ampuero, no obstante, el órgano sexual por excelencia es la mente, “mi cerebro tiene que estar preparado para tener una sexualidad plena”, remarcó.





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