LA PAZ, Bolivia (AFP-NA). El Gobierno de Bolivia negocia acuerdos a contrarreloj con sindicatos de obreros, médicos y paramédicos, para descomprimir el clima de protestas sociales en el país, ante la amenaza de estos sectores de reflotar esta semana sus reclamos callejeros.Los más influyentes ministros del gobernante Evo Morales, el de Presidencia, Juan Ramón Quintana, y de Interior, Carlos Romero, abrieron dos mesas de negociación: el primero con la Central Obrera Boliviana (COB), el sindicato más grande del país, y el segundo con los universitarios, médicos y paramédicos.La COB (izquierda) rechaza el incremento salarial del 8% decretado por el Gobierno y exige un salario mínimo nacional equivalente a 1.050 dólares, diez veces más que la cifra actual, aunque el Poder Ejecutivo anticipó que el guarismo es inalcanzable.Los médicos y paramédicos resisten otro decreto gubernamental que les aumenta la jornada laboral de seis a ocho horas, pues exigen una retribución económica y, por ello, ingresan a la sexta semana de una huelga indefinida y cortes esporádicos de carreteras interdepartamentales.Sobre el conflicto de salud, el más serio hasta ahora, el Poder Ejecutivo ofreció aplicar un decreto de “inaplicabilidad” de la norma que aumenta la carga laboral, hasta que se realice, el próximo mes, una reunión de organizaciones sociales que defina una reforma global de salud.“Ahora nos estamos comprometiendo a incorporar en un decreto y aclarar su inaplicabilidad”, afirmó el ministro Romero en conferencia de prensa.Los dirigentes del sector aún no dijeron si aceptan o no la oferta, pues exigen su completa abrogación. “Ojalá que con ellos (médicos) podamos consolidar en las siguientes horas un gran acuerdo”, agregó la autoridad.La segunda mesa de negociaciones COB-Gobierno, que se prolongó por trece horas, no logró acuerdos y se reanudará hoy.





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