OBERÁ. Se firmó recientemente un convenio de asistencia recíproca entre la Municipalidad local y la Unidad Penal II que tiene como objetivo la capacitación de los internos para la reinserción laboral una vez que salgan en libertad.“Esta firma se reitera en forma regular, ya que habitualmente colabora una institución con la otra, en algunos casos capacitando a los internos, en otros haciendo tareas en conjunto, como las huertas con las que tuvimos muy buena experiencia, o manualidades”, explicó el intendente de Oberá, Ewaldo Rindfleisch.El jefe comunal consideró que “esto hace que toda persona que está detenida, por la razón que sea, tenga la posibilidad de ocupar su tiempo en algo que la vaya formando para el día en que salga en libertad”, dijo.Agregó que en el marco del convenio “hay una erogación menor por parte del municipio, pero existe la contraprestación de parte de ellos con algunas tareas, como pintar instituciones, en las que colaboran con la mano de obra, albañilería o carpintería”, explicó. Rindfleisch destacó que “se realizan talleres en forma regular dentro del penal y se dictan cursos de cocina, manualidades, ajedrez, se busca que tengan salida laboral para que cuando salgan estén preparados para hacerle frente a la vida y también que mientras se encuentren detenidos mantengan la cabeza ocupada”, expresó.Vínculo con la comunidadRoque Benítez, alcaide mayor, jefe de la Unidad Penal II, afirmó que a través de estos talleres la institución “se vincula con la comunidad limpiando las escuelas o las plazas. Es decir, las personas privadas de la libertad se acercan a la sociedad”.“En cada taller hay siete internos participando, en el caso de cocina existe ese número por turno. En los trabajos comunitarios o extra muro que se desarrollan durante el período de prueba, como la parquización en el jardín botánico o limpieza de espacios verdes, son seis o siete, todos en el última fase de la condena”, contó.Benítez comentó que en fechas patrias o el Día del Niño y de la Madre, la institución colabora con productos panificados, lo que se da, a partir de la solicitud por medio de una nota de parte de la directora de la escuela.La integración y participación activa, sumada a la buena conducta, hace que los internos lleguen más fácil al período de prueba y pesa a la hora en que se otorgue la libertad condicional”, agregó.Por último, Benítez destacó que “la posibilidad que nos da la Municipalidad de integrar a los internos a través del trabajo es para ellos un recreo, un esparcimiento, no cobran, pero se sienten muy útiles para la sociedad, así que la respuesta es buena”, explicó.





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