POSADAS. El sector empresario sigue preocupado por el ritmo de la economía. Y ante los cambios producidos en las medidas del gobierno nacional, hacia dentro y fuera del país, el vicepresidente del IERAL, Jorge Vasconcelos estuvo en esta capital analizando los temas de absoluta trascendencia en la economía. Al término de la misma, respondió a PRIMERA EDICIÓN las consultas económicas.Sin duda que el tema del momento son las trabas a las importaciones ¿Cómo observa su impacto en la economía nacional?El impacto de las trabas a las importaciones ha generado problemas de corto plazo a un buen número de empresas, pero el gobierno está preocupado en evitar que puedan aparecer noticias en los diarios vinculadas con cierres temporarios de plantas por falta de insumos. Así que, a un costo alto en términos de tiempo y gestiones, las empresas están pudiendo sobrellevar la situación. En bienes importados destinados a consumo durable la situación es diferente, con escasez que se refleja en subas de precios. Quizá el impacto mayor de este tipo de medidas tenga que ver con el mediano y largo plazo. No hay que olvidar que la mayoría de los procesos productivos hoy en día se realizan en forma de cadenas productivas, con eslabones que se van distribuyendo entre distintos países. Si un país genera dudas acerca de cuan fluido será su comercio exterior, esto puede afectar la confianza de eventuales inversores. Podemos, como país, perder oportunidades para captar inversiones. De todos modos, en los próximos meses quizá podamos ver un relajamiento en la intensidad de las trabas y controles a las importaciones (por lo menos en insumos, bienes intermedios y de capital), porque la economía está haciendo un "sobre-ajuste" del sector externo, con caídas de importaciones que están ampliando el superávit comercial incluso por encima de la pauta extraoficial con la que se manejan los funcionarios, de 10 mil millones de dólares para este 2012.¿Cómo le parece que se debería mantener superávit en la balanza comercial sin trabar las importaciones?Para lograr un fluido abastecimiento de dólares de origen comercial en la plaza local lo más recomendable es asumir una política más ambiciosa en materia de exportaciones. La Argentina, pese a la mejora de los términos de intercambio, sólo ha mantenido su participación en las exportaciones mundiales, entre 0,45 y 0,5% del total. De acuerdo a estudios realizados en Ieral, si la Argentina de aquí a cinco años lograra capturar el 0,6% de las exportaciones mundiales, entonces nuestras ventas al exterior pasarían de 84,2 mil millones de dólares en 2011 a un estimado de 160 mil millones de dólares en 2016. Con un volúmen de comercio de esa magnitud, entonces obtener un superávit comercial de 10 mil millones de dólares/año pasa a ser un objetivo mucho más sencillo, sin necesidad de tantas trabas.¿Qué opina de los cambios a la Carta Orgánica del Banco Central que permiten al Ejecutivo utilizar más reservas?La reforma de la Carta Orgánica del Banco Central habrá de generar un alivio transitorio en la cadena de pagos vinculada al sector público nacional, que había comenzado a resentirse. Por la reforma se está ampliando en forma sustancial la "línea" del descubierto que el Tesoro nacional puede girar contra pesos emitidos por el Banco Central. A fin de 2011 los Adelantos Transitorios a favor del Tesoro alcanzaron los 67,1 mil millones de pesos y con las últimas medidas el límite legal llegará a un estimado de 140 mil millones de pesos a fin de 2012. Es decir, se ha abierto la posibilidad de un incremento de la emisión monetaria de unos 73 mil millones de pesos, cifra que equivale a una expansión anual de la base monetaria de 32,8%.¿Qué solución se podría dar, desde su punto de vista a la inflación?Justamente, estas reformas han empujado hacia arriba las expectativas de inflación. Una encuesta muy consultada que lleva adelante la Universidad Di Tella mostraba expectativas estabilizadas en torno a 25% anual y ahora ese guarismo ha escalado un par de andariveles, hasta un 30% anual. Para evitar que la inflación se acelere, actualmente el ancla es el tipo de cambio, pero esto no es sostenible en el tiempo, porque el desfase entre la evolución de los costos internos y el precio del dólar habrá de generar problemas crecientes de competitividad. Lo recomendable sería pasar a utilizar el gasto público como ancla para las expectativas de inflación. Si el Gobierno planteara una pauta muy moderada de expansión del gasto público y diera señales fuertes de su disposición a cumplirla, entonces sería posible esperar menos emisión monetaria para subsanar problemas fiscales y podríamos comenzar a desarmar la indexación de la economía en la que estamos entrando.¿Cómo controlar el constante crecimiento del gasto público sin afectar a los trabajadores?El aumento del gasto público ha estado motorizado por los subsidios. En 2011 los subsidios alcanzaron a 74,5 mil millones de dólares y tienen que ver con tarifas de energía y de transporte. El sinceramiento de esas tarifas afectaría principalmente a Capital y Gran Buenos Aires, y para aquellos trabajadores con ingresos básicos debería establecerse una tarifa social. Pero, en ese caso, el monto de los subsidios sería ínfimo en relación al nivel actual.¿Coincide con los pronósticos que señalan que se enfría la economía, que disminuye el consumo? ¿En general esto sería positivo o negativo para la mayoría del país?Efectivamente, la economía se está enfriando. Esto nunca es bueno, pero el tema es con que instrumentos se intenta revertir la situación. Lo aconsejable sería mejorar las expectativas y la confianza reduciendo el déficit fiscal. En ciertas ocasiones, moderar el gasto público puede ser recesivo. Pero en la coyuntura actual de la Argentina sería reactivante, porque ayudaría a reducir la incertidumbre. Se ha abierto una brecha creciente entre el tipo de cambio oficial y el llamado paralelo y eso genera malos incentivos en la economía. Por otro lado, las variables que están desacelerando con mayor velocidad con las vinculadas a la inversión (máquinas y equipos) y eso le quita productividad futura a la economía.¿Cuáles son sus pronósticos para el futuro de la economía del país?Este año, el crecimiento de la economía apunta a ser menos de la mitad del de 2011. El año pasado el PIB se expandió a un ritmo de 6% anual, aproximadamente, y ahora hemos pasado a un andarivel de entre el 2 y el 3% anual. Las decisiones de inversión parecen est
ar postergándose. El Gobierno se apronta a lanzar una política muy agresiva de créditos en pesos y a tasas subsididas, fondeados por el Banco Central. Las empresas que tengan proyectos de inversión rentables deberían tratar de aprovechar esta oportunidad. Cuando esto se conozca con mayor detalle podrá evaluarse si alcanza para revertir el deterioro del nivel de actividad o es sólo un paliativo. De todos modos, tampoco será posible mantener la política de créditos subsidiados por tanto tiempo, debido a los efectos secundarios que conlleva.





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