Aprender a reconocer emociones en los otros y en ellos mismos: este aspecto debemos desarrollarlo desde que son pequeños. Es esencial que fomentes la empatía en el niño desde muy temprano con preguntas como esta: ¿Cómo crees que está hoy la abuela, triste o alegre? ¿Cómo piensas que se siente ahora tu hermano después de lo que has hecho? ¿Sabes por qué está enfadado tu amigo del cole, qué puedes hacer para que se sienta mejor? Debemos, en esencia, despertar su interés emocional por las otras personas. Ahora bien, para reconocer la emoción en el otro, primero ha de aprender a reconocer las suyas propias. Hay muchos niños que tienden a confundir, por ejemplo, la tristeza con la rabia. Reaccionan ante la pena o el sentimiento de desconsuelo con una patada, con gritos o de un modo inadecuado. Escrito por la psicóloga Valeria Sabater en: http://lamenteesmaravillosa.com/





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