La causa que investiga el crimen de Miguel Bubans (22) sumó en los últimos días un elemento revelador y fundamental. Luis Álvez (21), vecino de la víctima y detenido por el crimen, finalmente confesó haber sido el autor del hecho y desligó a Regina Beixara (20), mujer de Bubans, quien también se encontraba tras las rejas por el asesinato que conmovió a la costa del río Uruguay a mediados de año.Así lo pudo saber PRIMERA EDICIÓN mediante sus fuentes, quienes confirmaron que producto de esa declaración Álvez fue imputado por el delito de “homicidio simple”, y recibió la prisión preventiva, mientras que Beixara fue acusada formalmente por “encubrimiento”, razón por la que el último viernes recibió la excarcelación y volvió nuevamente a la libertad.De esta manera, la situación de Beixara se transformó considerablemente, ya que en un principio la mujer había sido acusada como coautora de “homicidio agravado por la convivencia”, delito que prevé la pena de prisión perpetua. Sin embargo, con la nueva calificación, regresó a la calle y afronta una pena mucho más leve en caso de llegar a juicio oral y público.Un quiebre en la investigaciónLas novedades en la causa tuvieron lugar a fines de la semana pasada, cuando mediante su defensa, Álvez solicitó ampliar su declaración indagatoria ante el magistrado Horacio Heriberto Alarcón, titular del Juzgado de Instrucción 2 de la Segunda Circunscripción Judicial, con asiento en Oberá.Ante el magistrado, el joven finalmente se quebró y asumió la autoría del disparo que Bubans recibió en el pecho y que le costó la vida. ¿Los motivos? El acusado aseguró que tenía miedo en razón de que Bubans lo había amenazado en más de una oportunidad y siempre lo veía armado con una escopeta. Merced a la confesión, Alarcón tomó una determinación y horas atrás resolvió imputarle a Álvez el delito de “homicidio simple”, que prevé penas de 8 a 25 años de prisión, tras lo cual le dictó la prisión preventiva.Distinto fue el caso para la mujer, que acabó aliviada por el testimonio de Álvez. Fue por eso que el juez de la causa le concedió la excarcelación, aunque terminó acusada formalmente por el delito de “encubrimiento”. El último viernes recuperó la libertad y todo indica que continuará en esa situación, al menos hasta que la causa llegue a juicio.El crimen de Bubans tuvo lugar el martes 23 de junio de este año en el Paraje Guaviroba de El Soberbio, alrededor de las 18.30. A esa hora el padre de la joven involucrada se acercó a la comisaría local para informar que sospechosamente su hija y quién sería su esposo -creyó eso porque circulaban en la moto de Bubans y el hombre tenía puesto un casco- le habían dejado el bebé de seis meses porque se iban a San Vicente. Efectivos de la fuerza iniciaron una investigación y no tardaron en dar con el cuerpo de Bubans, a unos cien metros de su vivienda, con un disparo en el pecho. El rastrillaje en busca de los sospechosos acabó a las 8.30 del jueves 25, cuando Álvez y Beixara fueron detenidos en Piñalito Sur, camino a Brasil. Para los investigadores, la principal teoría es la de un crimen ligado a un engaño y a lo sentimental.Encuadre legalEl delito de Encubrimiento está tipificado en el artículo 277 del Código Penal Argentino, donde se establece que “será reprimido con prisión de seis meses a tres años el que, tras la comisión de un delito ejecutado por otro, en el que no hubiera participado: a) ayudare a alguien a eludir las investigaciones de la autoridad (…); b) ocultare, alterare o hiciere desaparecer los rastros, pruebas o instrumentos del delito (…); c) adquiriere, recibiere u ocultare dinero, cosas o efectos provenientes de un delito; d) no denunciare la perpetración de un delito (…); e) asegurare o ayudare al autor o partícipe a asegurar el producto o provecho del delito”. Ese mismo artículo señala que la pena será aumentada al doble si “el hecho precedente fuera un delito especialmente grave, siendo tal aquel cuya pena mínima fuera superior a tres años de prisión”.





Discussion about this post