Seguridad acuática en ríos y arroyos, pero también en piletas, incluyendo a las grandes cadenas de hoteles, fue el enfoque para la capacitación internacional que brindó David Peresenda, capacitador internacional de la certificadora canadiense Aider y creador -en Argentina- del centro de entrenamiento Agua Segura. La importancia de la certificación Aider radica en que asegura la calidad del curso, de sus instructores y de los contenidos, ya que todos los centros son rigurosamente seleccionados y supervisados, y los materiales de los entrenamientos son elegidos entre las más destacadas instituciones internacionales.El taller dictado en Posadas estuvo orientado a la seguridad acuática en la comunidad. Los guardavidas recibieron preparación para implementar el salvamento en todo tipo de espejos de agua, pero con la impronta de sus comunidades. En ese sentido, la enseñanza de natación y seguridad acuática en todos los arroyos de Misiones “donde hay muchos problemas”, fue uno de los temas de preocupación. A partir del taller surgieron proyectos y campañas de concientización y de comunicación sobre los cuidados que hay que tener en el verano, para evitar ahogamientos. Participaron guardavidas de toda la provincia: de Eldorado, Puerto Rico y de la escuela municipal de guardavidas de Oberá, con quienes se hizo un repaso de las nuevas técnicas de salvamento y rescate. Para aprobar, los participantes debieron cerrar la capacitación con la presentación de sus proyectos de seguridad acuática aplicados a su comunidad.“El ahogamiento es una de las principales causas de muertes en el mundo, donde las víctimas rondan el medio millón de personas por año en el mundo, entonces hemos venido con la inquietud de sembrar estas ideas, ya que Misiones tiene todo tipo de ríos y arroyos”, dijo a PRIMERA EDICIÓN, Daniel Peresenda quien reflexionó sobre la tragedia del Paraná, al sostener que “en cierta medida aceleró algunas acciones en materia de seguridad acuática”.“Cuando pasó lo de la tragedia del río (Paraná) todos quedaron muy motivados para seguir el camino de los guardavidas que perdieron la vida salvando otras; de hecho a partir de allí se creó la Escuela de Guardavidas a cargo del profesor Sergio Balatorre, que es una de las personas más capacitadas para formar guardavidas en esta provincia por su conducta de trabajo y experiencia”, destacó el capacitador. “Tuve la suerte de conocer a Mauro Bacigalupi meses antes de la tragedia. Era un gran profesor y guardavidas, quien en el impulso de querer ayudar perdió la vida. Estaba en desventaja, en una situación con corriente, sin los equipos necesarios para poder hacer un rescate de esa magnitud. Arriesgó la vida y pudo no haberlo hecho, pero fue su decisión. Es un héroe. El eligió hacer lo que sabía que era salvar vidas, lástima que hayan fallado en equipamientos y tuvo que entrar con la moto esquí sin las camillas de rescate, que sirven para no poner en riesgo al piloto, entonces hubieran tenido otra chance. Esas sos cosas que veo que están empezando a cambiar.“Hoy por hoy se están preparando con equipamiento y personal para el rescate, estos cursos nosotros sembramos en los alumnos para que ellos puedan desarrollar programas, algunos de ellos son estandarizados; por Aider, que es una institución canadiense que certifica cursos de trabajos de rescate y emergencias en todo el mundo”, describió Peresenda. Alcance provincial Peresenda destacó la participación de guardavidas de la provincia, en vista de que “serán referentes locales para impulsar la seguridad acuática”.“Fue un abordaje desde la pedagogía, las didácticas y las metodologías para que estos muchachos puedan instruir a otras personas en dos áreas fuertes de salvamento, uno es el salvamento para la comunidad que tiene que ver con la supervivencia de las personas alrededor y en el medio acuático mediante técnicas y protocolos internacionales “A Sergio (Balatorre, director de Balnearios de Posadas) le pareció de interés traer esta capacitación a la zona para que ante casos de emergencia haya equipo humano preparado”, se explayó el rescatista.“El enfoque que vinimos a dar sirve para ver cómo se puede trabajar con las distintas comunidades, en donde cada una tendrá su impronta, idiosincracia y su movimiento en las playas. Ellos llegan a la gente tratando de hacer un bien, de llevar estas practicas de salvamento y en base a eso nosotros les damos las herramientas técnicas para afrontar proyectos”, describió sobre los ejes del curso.Sostuvo el creador de Agua Segura que “hay mucho conocimiento y protocolo internacional que ya se probó que es útil y ya se ha trabajado con escuelas primarias y secundarias, también con docentes. Lo que se busca es que las comunidades se den cuenta de que hace falta un código acuático para desenvolverse segura en el medio acuático y que comprenda los peligros y que sepa cuales son las acciones para evitar accidentes. Ahí entran todo tipos de grupos, fuerzas militares, o personas que están en permanente relación con el río”.E indicó: “Hay mucha gente joven que se está capacitando para llevarlo adelante porque está muy preocupada por cómo afrontar la situación”.David Peresenda se dedica al rescate acuático hace 22 años. Es jefe de un servicio de salvamento en Puerto Madryn, donde el índice de accidentes es uno de los más bajos de Latinoamérica. “Hay que entender que los balnearios y todos los espejos de agua, así sean piletas de los hoteles, tienen que estar equipados para las temporadas y aquí he podido ver, en una recorrida por los balnearios de la ciudad, que se está apostando a equipar a los salvavidas”, finalizó.





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