La primavera es un encuentro amoroso, cálido, de entrega, la tierra se inclina para que el sol la bese. El sol calienta su vientre y ella abre su seno, la nieve se transforma en agua, las aves se despiertan, los peces regresan a sus cuencas y comienzan los cortejos, asoman los brotes.Tierra y sol se abrazan y bailan al compás de la sinfonía cósmica, atentos al ritmo de la creación, así la vida cruza las eternidades sin esfuerzo.El espíritu reconoce esta información y se la trasmite al cuerpo, a la mente, al núcleo de cada célula que hay en el planeta. Es el susurro de la vida, es el tiempo de los cielos que dan la señal de despertar y bailar, de movernos al compás del universo.Parece una poesía, pero es realidad.Son los ritmos del universo y nuestros propios ritmos biológicos, el reto es sintonizarnos con ellos, es ser consciente que somos parte de toda la creación y que tenemos que comulgar con ella. El reto es tratar de vibrar con los ritmos que tiene ella, bailar juntos, como lo hace la tierra y el sol en cada primavera.Es descubrirnos hijos de este sagrado matrimonio elemental, sentir la tierra, con sus montañas, valles, desiertos, ríos, pequeños arroyos o grandes mares, vientos suaves o ráfagas ligeras, que habitan en ella, sentir el sol con su visita diaria, que calienta el cuerpo de la tierra como caliente el nuestro propio. Son los agasajos cíclicos, rítmicos que se hacen mutuamente.Todo es vida. La misma vida que circula por nuestro cuerpo: sangre, aliento…, te toca a ti tener la experiencia de ser consciente de esta conexión con el universo, de este encuentro amoroso de tierra y sol.En primavera, ellos influyen a tu biología más profunda porque eres parte de este universo.Puedo sugerirte este ejercicio para unirte en este gran baile que tendremos el 23 de septiembre, fecha cuando la tierra se inclinará para que el sol la bese.Anota en una hoja los pasos y elementos que utilizarás a lo largo del día.- Compra semillas de las flores que más te gusten para sembrarlas en este día, en el lugar que elijas.Cuando tengas en tus manos las semillas, medita en la vida que hay en estos pequeños granos y en lo que se transformarán.- Toma sol, deja que él bese tu cuerpo.Colabora: María Benetti MeiriñoAutora de libros y guía para meditación. [email protected]<a href="www.mariabenettimeirino.com">www.mariabenettimeirino.com</a>





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