Nunca es tarde para tomar la decisión de casarse. En la actualidad, muchas parejas que llevan varios años de convivencia y en la compañía de sus hijos han decidido regularizar y formalizar esa unión con el “sí” ante el altar. El canciller Alejandro Cañete, quien también es coordinador de la Comisión Judicial de la Diócesis de Posadas, manifestó que “la Catequesis Familiar es una gran ayuda, mayormente los jóvenes no se casan mucho, pero hay muchas regularizaciones de parejas que están en la convivencia hace muchos años y cuando sus hijos van a catequesis se plantean ordenar su vida sacramental y muchos recurren a al casamiento”. Aunque consideró a PRIMERA EDICIÓN que el número de casamientos en Misiones esta muy por debajo de “lo ideal”, de acuerdo a la cantidad de habitantes que posee la provincia. La cifra de casamientos celebrados en el 2014 fue de 522 parejas. “El número de matrimonios no es alto, pero con respecto a los años anteriores no hay una merma. Siempre se mantiene la cantidad”, analizó el clérigo. Uno de los motivos de que muchas parejas no deciden tomar el camino de la unión matrimonial, se debe a que por lo general no llevan una vida sacramental, pero cuando los hijos comienzan a concurrir a la catequesis en las parroquias ubicadas en los barrios, los padres comienzan a ver la posibilidad de “ordenar su vida de pareja” y deciden casarse en sus parroquias. Sin ir más lejos, Cañete comentó que “la otra vez casé a una pareja que estuvo cerca de 20 años conviviendo juntos, estuvo lindo, la celebración se llevó a cabo en compañía de sus hijos. A nosotros nos insisten desde la iglesia y el Santo Padre acompañar la catequesis familiar”.En los jóvenes se dan algunos casos entre los estudiantes universitarios que “vienen a Posadas a estudiar y comienzan a convivir mientras estudian y luego se casan”, resaltó Cañete. En éste sentido agregó que “hay jóvenes que tomaron la confirmación y van regularmente a la iglesia, cuando de pronto se le presentó la situación de noviazgo y piensan en casarse porque no entienden la vida sin los sacramentos”. Momento y lugarA la hora de elegir el sitio donde casarse, estas parejas buscan la Catedral o las iglesias más céntricas o tradicionales como Stella Maris, Sagrada Familia o la Espíritu Santo, entre otras. “Yo estoy en el barrio Nueva Esperanza de A-4 y frecuentemente realizo trámites y expedientes matrimoniales para realizar las celebraciones de las parejas de ese barrio a las parroquias céntricas”, explicó. Con respecto a la época del año en donde se da mayormente el número de casamientos, Cañete agregó: “la gente busca casarse los primeros días de los meses de diciembre, enero, febrero y marzo que son por lo general periodos de vacaciones. `Uno dice bueno me caso y me tomo unos días de licencia y sigo de vacaciones´” manifestó entre risas. Pero muchos lo viven regularizando esa unión y son estables, eso es bueno y nunca es tarde para hacerlo. Experiencia personalSobre la importancia de los sacramentos en la vida familiar, el presbítero tomó como ejemplo su propia historia: “mis viejos se casaron cuando yo estaba en la catequesis familiar, ellos son frutos de eso, yo me bauticé con catorce años. Pedí el sacramento del bautismo en Montecarlo y mis padres se casaron cuando estábamos haciendo la catequesis, ellos vieron esa posibilidad y tomaron la decisión, y también regularizaron su vida sacramental, por eso tomo como ejemplo que la catequesis familiar sigue ayudando a la iglesia y en los matrimonios” resaltó. “El matrimonio es indisoluble”Al hablar de las uniones matrimoniales, también se aclaró el proceso de la nulidad matrimonial, un tema que trascendió por las declaraciones del Papa Francisco, en este aspecto el Canciller aclaró: “La esencia del matrimonio nunca puede tocarse, el papa Francisco lo explicó con mucha claridad y no tiene nada que ver con la indisolubilidad del matrimonio. Lo que se quiere hacer es ayudar a las personas que han hecho nula esa relación y así se les pueda conceder la gracia de poder casarse, porque en el primero no hubo matrimonio. Esos casos se analizan por separado si tuvieron algún vicio y esa unión no fue bien celebrada, entonces hay una falta de juicio. Las causas pueden ser, inmadurez por parte de uno de ellos para contraer matrimonio, temor reverencial (por ejemplo que los padres los obligan a casarse a consecuencia de un embarazo), entonces obligan a la pareja a asumir la responsabilidad. Hay distintas situaciones que hacen el impedimento. Una vez que se encuentra ese dato, la Iglesia lo toma y da la sentencia del matrimonio nulo. Eso no es fácil porque se revé toda la vida de esa pareja. Lo único que pide el Papa Francisco, es que se organicen en cada Diócesis para atender mejor esta situación, no cambió nada con respecto a la indisolubilidad de matrimonio”. finalizó Cañete.





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