BUENOS AIRES (iProfesional). La cotización de la moneda estadounidense ayer fue la mayor desde la creación del real como moneda brasileña, en 1994.En aquel momento, semanas antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, los inversores temían las consecuencias en los mercados financieros por la eventual la victoria del candidato del PT, Luiz Inácio “Lula” da Silva.Entre las 32 principales monedas del mundo, el real es la que más valor perdió frente al dólar en lo que va de 2015. Desde finales de diciembre, la cotización de la moneda estadounidense en territorio brasileño se incrementó el 51,5%, y en los últimos doce meses ese alza trepó hasta el 68,5%, según publicó el periódico O Globo.Realizando este tipo de comparación sólo el rublo ruso perdió mucho valor frente al dólar, pero en un contexto marcado por las sanciones económicas que recibió Moscú como consecuencia de su participación en el conflicto ucraniano.El lunes las indicaciones de que la Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos) subirá las tasas de interés hasta diciembre y la preocupación persistente por el entorno político y la aplicación del ajuste fiscal llevaron al dólar comercial hasta los 3,999 reales durante la sesión, pero la divisa estadounidense cerró la jornada cotizando a 3,982 reales.La subida del dólar el lunes en Brasil se mantuvo incluso después que el Banco Central llevó a cabo por la mañana dos subastas en línea (en la que existe un compromiso de recompra) por un total de 3.000 millones de dólares. Y después de la operación, en la tarde, el precio de la moneda estadounidense avanzó y alcanzó el máximo del día, de 3,999 reales.En sintonía con esta histórica subida del dólar, la Bolsa de Valores de San Pablo (Bovespa) abrió la sesión de este martes en baja.La decisión de la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor’s de rebajar la nota crediticia de Brasil, se convirtió en un duro golpe para una economía sumida en una crisis política y económica. En lo técnico, dicha nota pasó de BBB- a BB+. En buen romance, implica que el mayor socio comercial del Mercosur perdió su codiciado grado de inversión, un escenario que, según expertos, tendrá un claro impacto en la Argentina. Para agravar el panorama, además de quitarle el grado de inversión, S&P señaló que puede hacer descender a Brasil aún más al mantener el “panorama negativo” para la nota soberana.La nación comandada por Dilma Rousseff estaba buscando mantenerse entre los países reconocidos como “buenos pagadores” por parte de las agencias. Y si bien todavía falta conocer el “veredicto” de otras dos calificadoras, la decisión de S&P significa un duro revés para la Presidenta. En diálogo con iProfesional desde San Pablo, el analista Gustavo Segré destacó que “la razón por la cual Brasil perdió el grado de inversión se explica por algo muy simple: tiene las cuentas en desorden”. Al respecto, el analista sostuvo que “el presupuesto que enviaron al Congreso, consignaba un fuerte déficit. En otras palabras, estaban pidiendo a gritos que le bajaran la nota”.Según la agencia Reuters, a finales de agosto, el Gobierno presentó en el Parlamento una propuesta con una previsión de un déficit primario equivalente al 0,34% del PBI de cara al 2016, en medio de una recesión y de grandes dificultades para aprobar medidas de ajuste fiscal.Para Segré, la decisión de S&P era una suerte de secreto a voces: “Los datos que viene arrojando la economía de Brasil son francamente desalentadores. El presupuesto estaba reconociendo que el Gobierno iba a tener que endeudarse más para cubrir las obligaciones. A ésto se suma un desempleo que está en aumento y un PBI en decrecimiento. Esto, por sí solo, implicaba un escenario de alto riesgo para las calificadoras. Por eso consideramos que la pérdida del Investment Grade, o grado de inversión segura, era inminente”.Impacto en la ArgentinaEl real, más allá de que este miércoles se tomó un respiro, es uno de los grandes focos de preocupación para el Gobierno de Cristina Kirchner, así como también para los candidatos que buscan sucederla en el poder. El punto central es que la moneda del principal socio comercial acumula una devaluación superior al 40% en lo que va del año y se ubica en su nivel más bajo desde fines de 2002. Esta noticia cobra más relevancia si se considera que la competitividad cambiaria de la Argentina frente a Brasil está en niveles similares a los del promedio 1999-2001, es decir, cuando en el país se desató la megacrisis que puso fin a la convertibilidad. La nación vecina es el destino de entre el 35% y 40% de los bienes industriales que exportan las empresas locales. En este contexto, la decisión de S&P amenaza con afectar aun más la competitividad del “Made in Argentina”, de la mano de un mayor debilitamiento del real. “Es muy probable que esta noticia favorezca una nueva devaluación de la moneda brasileña frente al dólar”, advirtió Segré. Lo que puede suceder en las próximas jornadas “es que algunos inversores, que todavía permanecían en el mercado, finalmente decidan salir de Brasil. Esto incrementará la demanda de divisas estadounidenses y, en consecuencia, impulsará un mayor debilitamiento del real”.En la misma línea, para el economista Miguel Ángel Boggiano, director de la consultora Carta Financiera, a partir de ahora “podría verse una catarata de ventas de los títulos de deuda de Brasil por una mera cuestión de regulación del sector privado”. “Puesto en otras palabras, que la nación vecina pierda su calificación de investment grade implica que muchos fondos se verán forzados a vender bonos, lo que empujará el precio del real aún más abajo”, destacó. Según el influyente diario brasileño Valor, antes de la decisión de S&P ya había numerosas entidades financieras que venían planteando un escenario de dólar fuerte de cara a los próximos meses. De hecho, algunas ya están trabajando con un tipo de cambio hacia fin de año de 4 reales por billete verde,cifra que se eleva a 4,05 hacia fines de marzo de 2016 y a 4,10 hacia el mes de junio próximo. Sin embargo, el cambio de escenario tras la pérdida de grado de inversión obliga a volver a trazar las proyecciones. Menor dinamismo comercialDesde Carta Financiera advirtieron que la Argentina hoy tendría que tener un dólar a 17,25 pesos “para estar en la misma situación respecto a Brasil que hace doce meses”.“¿Quiere esto decir que ese debería ser el tipo de cambio de equilibrio? No necesariamente, ya que para esto hay que computar lo sucedido con otros socios. Pero el diagnóstico no cambia: el tipo de cambio real en Argentina está marcadamente atrasado. Esto se tradu
ce en menos exportaciones”, agregaron.Para Boggiano, el cuadro actual “es un problema para la Argentina. A Brasil le exportamos vendemos autos. Con lo cual, en lo inmediato, se va a profundizar la crisis en la industria automotriz local. Nos estamos volviendo cada vez más caros frente a nuestro socio”. Desde la agencia de riesgo crediticio Coface advirtieron que la pérdida del grado de inversión también incrementará las dificultades de las empresas brasileñas para conseguir créditos en bancos del exterior, lo que ralentizará la recuperación de economía vecina. Esta perspectiva complica a la Argentina porque le mete más presión al muy debilitado superávit comercial. Cabe destacar que durante los ocho primeros meses del año, las ventas hacia Brasil apenas tocaron los 7.500 millones de dólares, lo que implicó un derrumbe del 25% frente a igual lapso de 2014.En este contexto, desde la consultora Abeceb prevén que el intercambio comercial con el país vecino dejará un déficit de 2.000 millones de dólares, cifra que contrasta con los casi 500 millones de dólares de superávit de 2014. Hoy, prácticamente ningún sector productivo nacional se salva de la crisis en Brasil y del real débil: las exportaciones de calzados, por ejemplo, se vienen desplomando un 95% en lo que va del año. En el caso de fibras de algodón, carburantes y cueros, los derrumbes van del 50% al 72%. En tanto que textiles, frutas frescas y derivados de caucho están sufriendo fuertes caídas del orden del 30%.





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