CIUDAD DEL VATICANO, Santa Sede (Agencias y diarios digitales). Será el viaje apostólico más largo de su pontificado, pero también el más “complejo”, según admitió el padre Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, al dar detalles de la gira que Francisco emprenderá este sábado a Cuba y, desde allí, el martes próximo, a Estados Unidos.Lombardi aludió al inmenso significado que tendrá el décimo viaje internacional del Papa a dos países famosos por ser enemigos durante más de 50 años, con sistemas políticos opuestos, que restablecieron relaciones sólo hace pocos meses, gracias a la intervención del primer papa latinoamericano.Pese a la altísima alerta que hay en Estados Unidos ante el riesgo de atentados, Lombardi también aseguró que no hay “preocupación especial” por la seguridad del Papa. Y como ya se volvió una marca registrada de su pontificado, indicó que usará un papamóvil abierto -un jeep preparado en Estados Unidos y no procedente del Vaticano- durante los traslados internos en las tres ciudades que visitará de ese país: Washington, Nueva York y Filadelfia.Aunque no está en la agenda oficial, Lombardi también afirmó que “es verosímil” que Francisco tenga en La Habana un encuentro con Fidel Castro, el líder máximo cubano y hermano del actual presidente, Raúl (los dos se reunieron con Benedicto XVI en su viaje a la isla comunista en marzo de 2012). “Se trata de un deseo ya manifestado durante el encuentro que el Papa tuvo con el presidente Raúl Castro en el Vaticano”, dijo el vocero.Lombardi desestimó, sin embargo, que el Papa pueda tener una reunión con los guerrilleros de las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) que se encuentran en Cuba intentando llevar adelante un proceso de paz con el gobierno colombiano, que habían pedido un encuentro con Francisco. “El Papa alienta siempre el diálogo, la paz, pero que haya un encuentro con una parte, en un tercer país al que visita por otros motivos, es otra cosa”, indicó.Por otra parte, Lombardi reveló un dato curioso: de los 26 discursos que pronunciará en el periplo, de los cuales ocho serán en Cuba y 18 en Estados Unidos, sólo cuatro serán pronunciados en inglés y el resto, en español. Francisco utilizará por ejemplo su idioma cuando, el viernes 25, hable ante la Asamblea General de la ONU, en Nueva York.“Se preparó mucho para este viaje”, destacó Lombardi.Si todo el mundo sabe que Jorge Bergoglio nunca viajó en su vida a Estados Unidos, Lombardi también despejó las dudas que había en cuanto a si había estado alguna vez en Cuba. “Estuvo solamente una hora, en tránsito, en el aeropuerto, del cual nunca salió”, precisó.El Papa, que en julio tuvo un triunfal y extenuante viaje por América latina -en siete días recorrió Ecuador, Bolivia y Paraguay-, comenzará su nueva maratón el sábado próximo en La Habana. Allí, al día siguiente celebrará una misa multitudinaria en la legendaria Plaza de la Revolución -algo que hicieron también Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012-. Durante la misa, le dará la comunión a cinco niños, algo que hace por primera vez el Papa en el exterior y es “una señal de esperanza y crecimiento” para la Iglesia Católica, destacó Lombardi.El lunes visitará fugazmente la ciudad de Holguín, nunca pisada por un pontífice y al día siguiente viajará a Santiago de Cuba para rendirle homenaje a la ciudad, que cumple 500 años y al santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba.Gesto inusualDesde Santiago, el martes al mediodía viajará a Estados Unidos, donde será recibido en forma privada por el propio Barack Obama y su familia en la base aérea Andrew, “un gesto de atención muy grande, que no es común”, destacó Lombardi.En Washington, pasará por la Casa Blanca, donde se reunirá con el presidente Obama y se convertirá en el primer papa que hable en sesión conjunta en el Congreso, otro discurso que se espera con gran expectativa. También figura en la agenda de Francisco la canonización del beato español Junípero Serra, un gran evangelizador del continente americano del siglo XVIII.La siguiente estación será el cuartel general de la ONU en Nueva York y la Zona Cero, entre otras citas, para concluir su viaje el domingo 27, en Filadelfia.En esa ciudad, cuna de la independencia norteamericana, clausurará el Encuentro Mundial de Familias, el evento que fue el motivo originario del viaje a Estados Unidos -recordó Lombardi-, al que se fueron agregando, con el tiempo, otras etapas de gran trascendencia política.Artífice de la pazEl cardenal cubano Jaime Ortega, artífice del fin de las tensiones entre la Iglesia Católica y el Estado comunista, es uno de los hombres más influyentes en Cuba e interlocutor privilegiado del presidente Raúl Castro.Junto a Raúl, Ortega dará la bienvenida este sábado al papa Francisco en el aeropuerto de La Habana, primera escala de una histórica gira por Cuba y Estados Unidos, naciones que el pontífice argentino ayudó a reconciliar.De sonrisa permanente, modales suaves y paciencia de Job, este hombre de 78 años, que en su juventud se parecía al actor Marlon Brando, conoció en carne propia la persecución a los religiosos en los primeros tiempos del régimen revolucionario.Ordenado sacerdote a los 28 años, en 1964, fue investido como obispo de Pinar del Río (oeste) por Juan Pablo II en 1978. El mismo pontífice lo nombró arzobispo de La Habana en 1981 y cardenal en 1994.En una entrevista reciente contó que el papa polaco lo nombró cardenal porque vislumbraba “posibilidades de esa Iglesia de estar, de vivir, de desarrollarse, de crecer” en la isla.Su labor cardenalicia comenzó en una Cuba castigada por la peor crisis económica, tras la desaparición del bloque soviético, y tuvo que encarar las tensiones generadas por la carta pastoral “El amor todo lo espera” de 1993, en la que los obispos cubanos pedían abandonar el proyecto comunista.“Desde sus primeras homilías, Ortega se comporta como un pastor distinto, con un grado de apertura y disposición al diálogo”, dijo a la AFP el sociólogo cubano Aurelio Alonso, experto en las relaciones Iglesia-Estado.





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