BUENOS AIRES (Agencias y diarios digitales). El ministro de Economía, Axel Kicillof, participará hoy de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en la cual se debatirá sobre la propuesta argentina vinculada a la reestructuración de deudas soberanas.La iniciativa ya logró el respaldo del Grupo de los 77 (G77) y 19 economistas internacionales, que pidieron a las naciones europeas que apoyen la postura del Gobierno argentino.Antes de la partida de Kicillof, Economía publicó en su web una carta abierta firmada por aquellos economistas, en la cual se recordó que hace exactamente un año, en la ONU, la Argentina propuso la creación de un comité destinado a establecer un marco jurídico internacional para la reestructuración de las deudas soberanas.Mañana, se someterá a votación nueve principios que deben ser respetados en la reestructuración de las deudas soberanas: la soberanía, la buena fe, transparencia, imparcialidad, tratamiento equitativo, la inmunidad soberana, legitimidad, sostenibilidad y reestructuración de la mayoría, anticiparon los economistas.Entre los firmantes figuran Piketty Thomas (Paris School of Economics), Varoufakis Yanis (exministro griego de Finanzas), Galbraith James (Universidad de Texas) y FlassbeckHeiner (execonomista jefe de la Unctad).A continuación, la carta completa: “¡Los países europeos deben apoyar las propuestas de las Naciones Unidas para la reestructuración de las deudas soberanas! – Carta abierta a la ONU por 19 economistas.“El 10 de septiembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas votará nueve principios relativos a la reestructuración de las deudas soberanas. La observancia de tales principios habrían evitado los escollos de la crisis griega, en la que los representantes políticos cedieron a las demandas de los acreedores a pesar de su falta de sentido económico y su impacto social desastroso. Esta resolución de interés público debe ser apoyada por todos los Estados europeos y debe ser puesta en el debate público.La crisis griega ha dejado claro que los Estados individuales que actúan por sí solos no pueden negociar condiciones razonables para la reestructuración de su deuda en el marco político actual, a pesar de que estas deudas son a menudo insostenibles en el largo plazo.En la ONU, en Nueva York, hace exactamente un año, Argentina, con el apoyo de los 134 países del G77, propuso la creación de un comité destinado a establecer un marco jurídico internacional para la reestructuración de las deudas soberanas. Este comité, respaldado por expertos de la Unctad, hoy somete a votación nueve principios que deben ser respetados en la reestructuración de las deudas soberanas: la soberanía, la buena fe, transparencia, imparcialidad, tratamiento equitativo, la inmunidad soberana, legitimidad, sostenibilidad y reestructuración de la mayoría.En las últimas décadas surgió un mercado de deuda al que los Estados están obligados a someterse.Argentina, situándose en la vanguardia de estos esfuerzos, se ha defendido de los ‘fondos buitre’ desde que reestructuró su deuda.Ayer Argentina, hoy Grecia, y mañana quizás también Francia, cualquier país en deuda puede ser impedido de reestructurar su deuda a pesar de todo sentido común.El establecimiento de un marco jurídico para la reestructuración de deudas, que permita que cada estado pueda resolver sus problemas de deuda sin riesgo de colapso financiero o la pérdida de su soberanía, es una cuestión de gran urgencia en la promoción de la estabilidad financiera. Estos nueve principios reafirman la preeminencia del poder político en el manejo de la política económica.Limitan la despolitización del sistema financiero, que hasta ahora no ha dejado ninguna alternativa a la austeridad y en su lugar ha mantenido a los estados rehenes de las demandas de los acreedores. La votación de la ONU ofrece hoy una clara elección entre el manejo democrático de los asuntos de la deuda soberana y la continuación del manejo por parte de los mercados de deuda.Una iniciativa similar fracasó en 2003 en el FMI. Hoy en día, mientras que la posición de los países europeos sigue siendo poco clara, su apoyo es fundamental para que la presente resolución se ponga en práctica. Hasta el momento se han mantenido lejos del proceso, y no han expresado su apoyo a la creación de la comisión. El drama griego que se desarrolló durante el verano deja en claro que no queda tiempo para vacilaciones.Las pseudo negociaciones de este verano han hecho que muchos europeos se vuelquen hacia el nacionalismo y expresen un desafío hacia las instituciones internacionales. Sin embargo, los europeos deben reafirmar que los derechos democráticos, en lugar de los dictados del mercado, están en el corazón de la gobernanza internacional. Por consiguiente, instamos a todos los estados europeos a votar a favor de esta resolución”.





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