Todos sabemos que en la adolescencia se piensa mucho en que “todo el mundo está en mi contra”, este es uno de los pesares de chicas y chicos que están creciendo. Fabiana nos cuenta que “ellos siempre quieren entender y cuando les explico cómo la ciencia, la física o la física cuántica, están íntimamente relacionadas con el ser humano, entonces pueden aprender a cambiar sus sentimientos y actitudes”. En sus clases, la profesional iba incorporando elementos relacionados con la cotidianeidad “y se fue haciendo algo más que una enseñanza, los voy ayudando a superar miedos, a quererse un poco más… todo nace de esa parte. Aclaro que yo no hago psicología, sí les enseño por ejemplo que el corazón tiene una frecuencia y esa emisión de vibración es la misma que la Tierra y es la misma que el Universo, entonces saben que si tu frecuencia está en sintonía quiere decir que uno puede ser capaz de lograr lo que la mente cree que no puede lograr”. Luego ellos van viendo los cambios, pequeños momentos que van teniendo en cuenta y que le dicen: “Fabiana me pasó tal o cual cosa”, es algo que la anima a seguir conversando con ellos porque en la escuela no hay tiempo para relacionar la vida con los contenidos que sí o sí tienen que dar, así que este es un buen método incluso que muchas otras personas pueden aplicar. Fabiana dice, “yo les voy contando algo en cada clase, cuando hablamos del carbono sale el tema del cuarzo. Por qué los relojes están hechos de cuarzo, y una piedra o llevar un cuarzo no tiene nada que ver con el esoterismo es física, así que usar un cuarzo en el que pongan una intención actúa como una antena electromagnética, alinearse con un cuarzo lo hará estar en sintonía con esa frecuencia. Hablar del perdón con los jóvenes es también otro tema importante porque los ayuda a entender por ejemplo que no existe eso de me lo hicieron a mí. Nadie te hace nada, es que vos tenías puestas todas tus expectativas en esa persona y que crees que te hizo algo. Incluso también es bueno hablar del ADN y su contenido, “pues es mucho más que un color de pelo lo que genéticamente tiene el ADN, también tiene cargas fuertes de sentimientos, dolores vividos anteriormente y que se llevan. Y tienen que saber que se puede sanar”.Hoy vemos cómo los jóvenes están más abiertos a recibir información y está en nosotros ofrecérsela. La profesora recomienda practicar el Ho ‘oponopono (la técnica que venimos hablando en SextoSentido hace tiempo) porque está comprobado la calidad de vibración que tienen y que ejercen las palabras. “No importa si no entendemos, si las repetimos en voz alta Lo siento, perdón, gracias y te amo, con el tiempo se notarán los cambios. Fabiana nos prometió continuar enseñándonos a todos, un poco más de la vida y la ciencia. Por Rosanna Toraglio





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