En este terreno tenemos infinidad de preguntas por responder, tanto para los alimentos y las clásicas “¿y eso engorda?” “¿tiene muchas calorías?” como para el ámbito del ejercicio físico. Combinando estas dos disciplinas, les presento los mitos más frecuentes, para evitar caer en datos erróneos.1. “Debo consumir azúcares para incrementar mi rendimiento físico”. La realidad es que debemos tener una alimentación completa y balanceada para que nuestro rendimiento físico sea óptimo. Los azucares funcionan como combustible y en ese sentido, nos ayudan a tener energía para realizar las tareas. Un buen desayuno antes de entrenar (que contenga frutas y cereales por ejemplo) nos daría el aporte necesario de azúcar como también lo hará un almuerzo de pollo al horno con papas y ensalada.2. “Tengo que tomar claras de huevo en mi licuado para crecer la masa muscular”. Falso. Tanto el huevo como las claras deben consumirse cocidas para evitar una posible intoxicación alimentaria. Por otra parte, el aporte proteico en nuestra dieta no sólo se consigue a expensas del huevo, también tenemos otras fuentes alimentarias como las carnes animales, los productos lácteos, soja, legumbres, semillas activas.3. “Si transpiro mucho quiere decir que quemé grasas”. Totalmente absurdo. La pérdida de tejido graso no se manifiesta por el sudor, la pérdida de agua sí. Es decir, cuando nos sometemos a una sudoración intensa estamos deshidratando nuestro cuerpo por eso podemos observar pérdida de peso, pero nunca perderemos grasa de esta forma.4. “Si no estoy notando diferencias debo recurrir a suplementos”. Antes que nada debemos saber que los suplementos deportivos deben estar controlados y recomendados por un profesional y que al suplemento que debemos apuntar inicialmente es al de los buenos hábitos, intentando conseguir una dieta completa en calidad, con cambios y diferencias en nuestro rendimiento de manera progresiva. 5. “Si hago ejercicios voy a tener más hambre, por lo tanto, no voy a bajar de peso” Al utilizar a la glucosa como energía en los ejercicios físicos intensos, existe un descenso de los niveles de la misma en sangre, por lo que se manifiesta en forma de apetito. Es natural que cuando esto suceda, tengamos que alimentarnos de manera correcta al finalizar nuestra actividad, pero no por eso debemos aumentar cantidades o elegir de manera irresponsable más aún si nuestra meta es mantenernos o evitar subir de peso. Investiguemos y asesorémonos bien antes de tomar dichos o frases de otros sin fundamentación, la actividad física y la nutrición deben ir siempre de la mano para construir un bienestar completo e ideal para nuestro organismo.Colabora: Lic. Mariana Ramírez ArandaMP 148Espacio WellnessCel: 376154299068 Facebook.com/lic.mramirezaranda





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