Durante siglos se ha usado el tomillo como condimento en las comidas por el maravilloso sabor que da a verduras y ensaladas. Pero, además, es antifúngica, antiviral y conservante natural. Ha sido objeto de numerosos estudios científicos que constataron que es antihipertensiva, aunque haciendo la salvedad de que para bajar la presión hace falta también realizar cambios en la dieta.Se lo conoce desde hace tiempo como expectorante, ya que ayuda a limpiar los pulmones en caso de resfriados y gripes. Es una buena fuente de antioxidantes, al igual que el clavo de olor, menta, canela, orégano, salvia, romero y azafrán. Se descubrió en 2009 que las infusiones de té de tomillo protegen el colesterol LDL de la oxidación. Cuando el LDL se oxida puede aumentar la inflamación y el riesgo de enfermedad cardiovascular, de manera que puede ayudar a reducir el riesgo de afecciones cardiovasculares.Se lo reconoce además por mejorar los niveles de calcio, hierro, potasio y ayudar a la producción de glóbulos rojos.Té de tomillo: 3 ramitas de tomillo frescas, ó 2 ramitas secas. 1 taza y media de agua hirviendo. Se colocan las ramitas en una taza y se vierte el agua hirviendo encima. Se tapa y se deja reposar unos 5 minutos. Retirar las ramitas antes de beber.Es preferible tomar en ayunas o en la noche antes de dormir. Se puede tomar 2 veces al día. Una variante es agregar una rebanada de jengibre y unas gotas de limón al té. En verano se puede consumir frío agregándole rodajas de manzana o durazno, resultando una bebida refrescante, calmante y reconfortante.Estudios realizados en Turquía concluyeron que el té de tomillo era el tercero de los diez analizados por su capacidad antioxidante.Este material es sólo informativo por lo que se recomienda consultar con su profesional médico de confianza antes de tomar decisiones.ColaboraHilda GonzalezExperta en [email protected] 3764-589195





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