Fue aprehendido el miércoles, dos días después de fisurarle la nariz a puñetazos a su ex y amedrentarla con matarla. También por desobedecer la prohibición de acercamiento. La víctima, quien también integra la fuerza provincial, lo había denunciado en reiteradas ocasiones.
Un suboficial de la Policía provincial permanece detenido desde el martes, bajo estricta vigilancia, acusado por varios delitos graves de violencia de género, el último de ellos, por violar la restricción de acercamiento al hogar de su expareja, también integrante de la fuerza de seguridad, y golpearla provocándole serias lesiones en el rostro.
El efectivo policial, quien presta su servicio como chofer y custodia para un funcionario representante regional de una agencia del Poder Ejecutivo de la Nación, fue detenido el miércoles, dos días después de la última denuncia en su contra ante la Comisaría de la Mujer del paraje Itaembé Miní, nuevamente por lesiones y amenazas de muerte a su excónyuge.
De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, la víctima fue atacada el lunes 30 de abril y la golpiza que le propinó su exesposo, según lo denunciado, le produjo la fisura del tabique nasal y hematomas en el resto del rostro y cuerpo.
Con antecedentes
Si bien este episodio fue el desencadenante del pedido de captura inmediata, emitido por el juez de Instrucción 1 de Posadas, Marcelo Cardozo, la seguidilla de hechos de violencia del imputado es amplia, a tal punto que ya estaba obligado a obedecer una orden de restricción de hogar y no debía portar su arma de fuego reglamentaria, por las reiteradas amenazas de muerte con las que mantenía aterrorizada a su expareja.
Las mismas voces requeridas por información sobre este caso, fueron coincidentes y resaltaron que el nivel de violencia que manifestaba el sargento, quien debía precisamente bregar y actuar en sentido contrario por vocación y compromiso, quedó sellado no solo con el último y salvaje ataque, sino por la desobediencia a las citaciones judiciales que acarreaba por golpear y amedrentar a su excompañera.
El miércoles, tras ser aprehendido, el suboficial fue alojado en una celda de la Dirección de Investigaciones Complejas de calle Santiago del Estero, en el predio de la Jefatura de Policía, bajo celosa vigilancia y cuidados.
Custodio y chofer
Entre las funciones que prestaba para el funcionario de rango nacional, tenía asignado bregar por la seguridad de éste en horario de trabajo, pero también, y siempre de acuerdo a las fuentes calificadas, de oficiar como conductor del automóvil que poseía la repartición oficial.
Se destacó que sus funciones las habría cumplido sin sobresaltos, pero que en el ámbito familiar, su desempeño sería polémico y calificado como grave.
En tanto para hoy se espera su traslado hasta el Juzgado de Instrucción 1 (Santa Fe, entre Rivadavia y Buenos Aires), para prestar declaración indagatoria. Acto del que puede abstenerse y guardar silencio ante el magistrado.
Está imputado provisoriamente por los delitos de lesiones graves, amenazas y desobediencia.
En cuanto a la víctima directa, también se pudo saber que los galenos que la asistieron le diagnosticaron un mínimo de 25 días de curaciones y reposo obligatorio, y permanece bajo contención psicológica de profesionales de la salud y de familiares y allegados a su entorno inmediato.
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