Los hermanos Miguel y Enderson Castro están imputados por asesinar de dos cuchilladas a Omar Héctor Martínez en la costanera de El Soberbio. 
El próximo jueves comenzará el juicio contra los hermanos que están acusados de haber ultimado de dos puntazos a Omar Héctor Martínez (34) en marzo de 2015, tras una contienda surgida en un partido de fútbol.
Frente al Tribunal Penal 1 de Oberá comparecerán 15 testigos. Varios de ellos son quienes compartieron el campeonato de fútbol colonial, donde se desataron las desavenencias entre la víctima y los dos hermanos. La imputación que pesa sobre los acusados es la de homicidio simple. En el debate surgirá el grado de responsabilidad que pudiere caberle a cada uno.
Los hechos que terminaron con la vida de Martínez comenzaron efectivamente tras un partido de fútbol. En la tarde del domingo 22 de marzo de 2015, ocurrió un altercado en un cancha de El Soberbio. Pero al contrario de lo que dice el refrán futbolero, lo que pasa en la cancha no quedó en la cancha. La bronca se mantuvo en la sangre por varias horas.
Alrededor de las 22.30 de ese día, Martínez se encontraba en la costanera de la localidad en compañía de otros amigos. De forma intempestiva se acercó una motocicleta con dos ocupantes. Eran los hermanos Castro. El grupo se desbandó, pero Omar Héctor no se amilanó ante la presencia del dúo y decidió hacerles frente, tal vez de la misma forma que en la cancha.
Las primeras declaraciones obtenidas apenas ocurrió el hecho informaron que uno de los hermanos tomó del brazo a la víctima, mientras que el otro le dio dos puntazos en el tórax y en el abdomen. La víctima cayó herida de muerte. Sus agresores huyeron en la moto.
Efectivos de la UR-VIII iniciaron una intensa búsqueda de los sindicados como autores del homicidio. Más de 48 horas después, la Policía fue alertada de un automóvil con ocupantes en actitud sospechosa cerca del puente sobre el arroyo El Soberbio. Una patrulla se dirigió al lugar y encontró que en el vehículo estaban los hermanos Castro en compañía de un abogado local. El letrado afirmó que les estaba dando asesoramiento profesional porque se estaban por entregar. Sin embargo, los policías sospecharon que podían estar tramando un escape hacia Brasil.
El dúo lleva detenidos en prisión poco más de tres años. De ser hallado culpables en el juicio, podría caberle una pena que va de los 8 hasta los 25 años de prisión.
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