Tras el insólito revés en la causa que investiga el descuartizamiento de dos niños en Novo Hamburgo, Brasil, lo que motivó la liberación de los cinco detenidos y la caída de la orden de captura que pesaba sobre el misionero Jorge Adrián Álves (33), habló ayer el llamado brujo, Silvio Fernandes Rodrigues.
Soy maestro de magia, nunca fui brujo. Trabajo con varias doctrinas africanistas. Fue complicado saber uno que no tiene que ver con el hecho y ver a tus amigos y familia sufriendo, le dijo al diario Zero Hora uno de los apresados, quien pasó 46 días tras las rejas.
Fernandes Rodrigues también se refirió al accionar del delegado suplente Moacir Fermino, quien ordenó su detención y también la captura de Alves. Llegó a mi casa y me dijo que él era Dios y que había venido a detener a Satanás. Yo le pregunté que cómo era eso de detener a Satanás, pero ya no tuve tiempo y me metieron en la patrulla, contó.
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