Fue inédita en la provincia, que tiene una alta tasa de derivación a Buenos Aires por este tipo de patología. La nena, oriunda de Guaraní, ya recibió el alta.
Hace un tiempo, con este diagnóstico en mano, lo más seguro era una derivación a Buenos Aires. Pero esa ya no será la realidad: en el Pediátrico se realizó una inédita intervención cardíaca a una beba de tres meses con una cardiopatía congénita.
El ministro de Salud Pública, Walter Villalba, recibió a PRIMERA EDICIÓN para contar detalles de esta intervención. Estuvo acompañado por el director del Pediátrico, Gustavo Puentes; el gerente coordinador Norberto Sotelo; la gerente asistencial, Liliana Fernández Díaz; la gerente contable, Mónica Zacarías; el jefe de Servicio de Terapia Intensiva, Juan José Ledesma; la jefa del Servicio de Cardiología, Marcela Woloszyn; el cirujano cardiovascular infantil, Rafael Niveyro, y la médica de terapia de recuperación cardiovascular, Marcela Pintos.
Como institución vamos a tratar de realizar la mayor cantidad de cirugías posibles de una complejidad en ascenso, afirmó el director del Pediátrico, Gustavo Puentes.
Ya tenemos recurso humano, la infraestructura y tenemos que seguir ganando en insumos de alta tecnología para ser pioneros en esto a nivel nacional, agregó y señaló que estamos con una tasa de derivación alta de estas patologías a Buenos Aires lo que genera desarraigo, problemas financieros, ser tratados con otra idiosincrasia y que son problemas que se van a subsanar a partir de ahora.
El ministro Villalba indicó que hace dos años hicimos una inversión importante en la terapia intensiva pediátrica: se amplió la cantidad de camas y el equipamiento es de primer nivel y fue porque se necesitaban más camas pero también mirando más allá, a este tipo de cuestiones. Indicó que esto es un homenaje al doctor Reynaldo Badaracco que es el alma mater de la cirugía cardiovascular general y remarcó que la ventana que nos abre ésto es resolver, en menor o en mayor tiempo diagnóstico y terapéutico, este volumen de patologías.
Una intervención inédita
Estamos orgullosos, afirmó la jefa del Servicio de Cardiología, Marcela Woloszyn. Contó que Ayelén llegó al Pediátrico con un cuadro de dificultad respiratoria e insuficiencia cardíaca a fines de noviembre. En ese momento se hizo el diagnóstico: la cardiopatía congénita es una CIV (comunicación intraventricular) múltiple más ductus permeable. Con clínica de insuficiencia cardíaca e hipertensión pulmonar, explicó la doctora.
En ese momento se decidió la internación de la niña y se vio la posibilidad de hacerle un tratamiento correctivo del ductus y paliativo de la comunicación intraventricular múltiple, agregó Woloszyn.
Allí entró en juego el cirujano cardiovascular infantil, Rafael Niveyro, también obereño, formado en el Madariaga en cirugía general y especializado en el área infantil en el Hospital de Niños de La Plata. Allí trabajó con el doctor Carlos Antelo, un referente a nivel nacional y en toda Latinoamérica, señaló Niveyro.
En primer lugar, el doctor destacó la labor del pediatra en su lugar de origen. Esta nena se detectó y derivó en tiempo y forma por una pediatra que escuchó un soplo y le llamó la atención y debido a esto se pudo llegar al diagnóstico y tratarlo.
En relación a la cirugía explicó que se cerró el ductus y se disminuyó el diámetro del tronco de la arteria pulmonar a través de una prótesis. Es una cirugía de mediana a baja complejidad desde lo técnico. Remarcó que esta primera operación tuvo como intención paliar los síntomas que produce este cuadro de insuficiencia cardíaca y que, de no haberse intervenido, puede terminar derivando en una cirugía mucho más importante como un trasplante cardiopulmonar.
Las cardiopatías congénitas se dividen en dos procedimientos: paliativos y correctivos. En este caso en particular, Ayelén debe pasar por ambos. Cuando llegue al año y medio va a tener que ir a su segundo estadío, que es el correctivo. En él se cerrarán las comunicaciones intraventriculares, explicó Niveyro.
La intervención se realizó una semana después del diagnóstico cuando en centros de referencia nacionales se demora, en ocasiones, hasta un mes y duró alrededor de una hora y media.
Si bien es una cirugía relativamente sencilla, la recuperación de estos pacientes es el aspecto más complejo, remarcó Niveyro. Por ello, destacó la labor de la terapia que estuvo a la altura de las circunstancias.
En la terapia intensiva nos tocó hacer el soporte posterior a la cirugía, ayudar al corazón a adaptarse a ese nuevo cambio, indicó el jefe de Servicio de Terapia Intensiva, Juan José Ledesma. Esto significa que estamos preparados, agregó.
Las primeras 48 horas son críticas, uno tiene que estar arriba del paciente, indicó la médica Marcela Pintos. Ella (por Ayelén) estuvo 72 horas en terapia. Se tuvo personal de enfermería exclusivo para su atención, en diferentes turnos. Por ello agradecemos el aval de la Dirección para hacerlo y el personal predispuesto, agregó.
La niña recibió el alta el 11 de enero y volvió a Guaraní pero deberá continuar con los controles. Es más, este viernes llegó al Pediátrico para uno de ellos.
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