Asociaciones locales realizaron una campaña social para frenar el incremento del consumo de fuegos artificiales ante la reforma de la ordenanza de Pirotecnia Cero que permite el material lumínico.
En la Capital Nacional de la Madera, desde la aprobación de la ordenanza San Vicente sin Pirotecnia, ha bajado progresivamente la utilización de fuegos artificiales, aunque aún no hay una eliminación total. Los sanvicentinos señalaron que en Navidad se utilizaron más cohetes y bombas de estruendo que en año nuevo, todo gracias a la campaña ciudadana para generar conciencia, impulsada por los grupos defensores de las mascotas.
A pesar de la falta de control puntual de los puntos de venta callejeros por parte del municipio, esto no detuvo a los vecinos que salieron a los medios y utilizaron las redes sociales que recordar a la población la existencia de la ordenanza que prohíbe el uso, la comercialización y distribución de materiales explosivos. La aprobación y promulgación del dictamen dio su fruto, ya que fueron muy pocos los cohetes de estruendos que se escucharon para la llegada del año 2018 y en balance se redujo el número utilizado en las festividades de años anteriores.
En mayo del año pasado aprobaron esta ordenanza de Pirotecnia Cero en San Vicente, para alegría de las protectoras de animales y las personas con discapacidad, sin embargo no fue celebrado por todos. El sector de los comerciantes, en conjunto con trabajadores que utilizan explosivos, protestó ante la medida e incluso buscó un amparo legal para frenar su implementación.
La reforma finalmente llegó para los primeros días de diciembre último, debido a las cartas documento de empresarios que trabajan en el sector de las canteras de piedras porque no podían acceder a su material de trabajo por esta ordenanza. Es así que se introdujo la modificación de ser pirotecnia cero en todo el municipio a permitir el uso de fuegos artificiales lumínicos.
Los cambios
El antiguo proyecto aprobado prohibía la utilización de todo lo que necesitara pólvora y produjera estruendo, ahora todo el material sonoro podrá utilizarse siempre y cuando se obtenga el permiso especial del Ejecutivo municipal, que tendrá que hacer un estudio socioambiental y evaluar la situación antes brindar la autorización.
A su vez el transporte de pirotecnia que atraviese la ciudad, dirigiéndose hacia otros municipios que no poseen ordenanzas de regulación, queda liberado de toda restricción y por último se permite la venta de fuegos artificiales que sean lumínicos en San Vicente.
La reforma que se hizo fue muy cuestionada por gran parte de la sociedad, que convocó a un debate para evidenciar posturas sobre el uso de pirotecnia lumínica. A partir de allí organizaron la campaña de concientización sobre los daños que provoca, además de exigir a nivel municipal controles sobre la venta de pirotecnia, ya que según comentaron los vecinos habían instalado puestos de ventas callejeros en el centro de San Vicente, con mercadería traída de contrabando desde otras ciudades y desde Paraguay, que no tenían el control de calidad determinado por las legislaciones nacionales.
A pesar del rechazo social de las modificaciones, señalan como positivo que permitió la apertura del debate y eso generó un efecto más fuerte ya que la sociedad se informó más y tomó conciencia para la no utilización de pirotecnia, incluso de la lumínica que está permitida. No obstante durante los festejos de la noche buena y la Navidad hubo mucha pirotecnia, muchos dijeron incluso que fue casi igual que en otras navidades.
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