Cada mañana que nos levantamos es una nueva oportunidad para que nos vaya bien en las próximas 24 hs. que vamos a vivir. El término DÍA es un acróstico que incluye estas tres palabras: definir, investigar y actuar. Si anhelamos tener éxito en el ámbito donde nos movemos, necesitamos llevar a cabo tres acciones:
1. Definir
Es fundamental definir exactamente qué queremos lograr. Por ejemplo, si en tu empresa querés tener más de 100 empleados, o si querés viajar a diez países, etc. Es necesario definir la meta que uno desea alcanzar pero no debería ser lo suficientemente grande como para deprimirnos, ni lo suficientemente fácil como para aburrirnos. Cuando nosotros definimos lo que queremos, creemos que lo está delante de nosotros es mejor de lo que hoy tenemos. Si aún no lo has hecho, es tiempo de definir qué querés lograr en cada área de tu vida.
2. Investigar
Una vez que ya tenemos clara la meta, hay que investigar. Si querés tener cien empleados nuevos, ¿qué se te ocurre qué podés hacer al respecto? Así se empieza a tener ideas y a ver cómo otros lo alcanzaron antes que nosotros. Hay que investigar, preguntar, pedir consejo y estar dispuesto a aprender. Actualmente no existe un trabajo que dure toda la vida. La época de las industrias ha muerto. Todos nuestros sistemas educativos aparecieron para formar empleados y unos pocos jefes. Pero hoy ese mundo ya no existe porque estamos en la era del conocimiento y el potencial. Hoy en día, yo me capacito primero y luego ofrezco un servicio o un bien a los demás. ¡Yo soy mi mejor negocio! Es uno mismo quien sale a ofrecer su trabajo. De modo que cada persona ganará de acuerdo a la exploración que haga de su mundo interno, de su capacidad de investigar y aprender.
3. Actuar
Todos los días debemos hacer dos o tres cosas para empezar a acercarnos a nuestro sueño (meta). Si nos determinamos a hacerlo, nos va a ir bien, las puertas se nos van a abrir. Pero es muy importante, además de definir e investigar, pasar a la acción. Los seres humanos tenemos tres tipos de ideas en la mente. Las ideas populares por las que nos decimos a nosotros mismos lo que es políticamente correcto.
Por ejemplo: No hay que discriminar a nadie. Pero a veces por dentro pensamos otra cosa muy distinta, aunque no la expresemos en voz alta. También tenemos ideas que nos decimos a nosotros mismos cuando estamos solos y creemos. Pero nuestras verdaderas creencias son aquellas que actuamos. Si yo te preguntara: ¿Es importante ahorrar?, tal vez me responderías que sí. Pero si no ahorrás, esa respuesta no es tu verdadera creencia.
Lo que en verdad creemos es lo que actuamos.
Lo que creo y no hago no es lo que en realidad creo. Pero lo que creo y hago es lo que sí creo. Diga lo que diga la gente, sabés que puede mentir. Si querés saber lo que alguien cree verdaderamente, observá lo que hace. Soñemos en grande, definamos, investiguemos y actuemos. Así llegaremos a la cima. * Si tenés alguna inquietud, podés escribirme a [email protected]
Colabora
Bernardo Stamateas
Doctor en Psicología, Sexólogo Clínico, Escritor y Conferencista Internacional.
Discussion about this post