Hola queridos amigos!
Que época más cara a nuestros sentimientos es esta de la Navidad, cuando rememoramos el nacimiento de nuestro amado maestro Jesús. Y realmente es importante hacerlo pues recordamos con amor ese momento histórico y nos lo transmitimos de generación en generación, como para no olvidar el arribo a este mundo de un ser espiritual tan elevado como lo es Jesús, y que para hacerlo, tuvo que salir del Reino del Padre Celestial sólo por el infinito amor que Él nos profesaba, para mostrarnos como debemos ser para ingresar a ese Reino.
Hoy, para referirme a esa entrada al Reino haré algo diferente a lo que hiciere en todas las entregas anteriores y es decodificar el lenguaje que empleaba Jesús directamente desde la fuente sin que éste haya sido tocado por mano alguna, como lo es el Evangelio Gnóstico de Tomás.
Dicho Evangelio fue encontrado junto con otros manuscritos en 1945 cercano al pueblo moderno de Nag Hammadi, en la zona donde San Pacomio fundó en el año 320 el primer monasterio cristiano del Alto Egipto, siendo los monjes del monasterio quienes sobre el año 367 copiaron los códices que en la actualidad son conocidos con el nombre de Biblioteca de Nag Hammadi y se conservan en el Museo Copto, en El Cairo Antiguo.
En los textos gnósticos el objeto a ser conocido es Dios. La gnosis sería el conocimiento de Dios, que es recibido a la manera de revelación o una visión, sin necesidad de sucesivas y progresivas deducciones del entendimiento. Por lo tanto, es un conocimiento muy alejado de la manera racional a que la sociedad occidental está acostumbrada.
Ahora que he hecho esta introducción, puedo entrar de lleno a traducir el lenguaje simbólico que usaba Jesús del versículo 96 de El Evangelio Gnóstico de Tomás:
Dijo Jesús: El reino del Padre se parece a una mujer que tomó un poco de levadura, la introdujo en la masa y la convirtió en grandes hogazas de pan. Quien tenga oídos que oiga.
Traducción:
La mujer representa la energía femenina en nosotros. Esta energía es amable, gentil, dulce, delicada, amorosa, maternal; es debido a estas cualidades que Jesús la pone como factor introductorio de la levadura, y ésta simboliza la mínima cantidad necesaria de reactivo que hace incrementar, en forma no proporcional a su cantidad, al resto de los elementos.
Entendiendo esto podremos decir que sólo con la dulzura y amor de una madre, es posible introducir en el corazón de otra persona la semilla de la verdad del Reino, lo que hará reaccionar al individuo y pondrá el anhelo en él del conocimiento y del contacto directo con el Padre a través de una experiencia en una visión o sueño. Dicha experiencia por sí sola, le dará el entendimiento de que es Uno con Dios.
De la misma forma, cuando unos pocos individuos despiertan a esa realidad superior, con su sola presencia debido a su elevada vibración de amor, pueden despertar al resto de la masa pensante, obteniéndose así grandes hogazas de amor, o sea que habrán llegado al Reino donde el amor los hace grandes al unificarse en ese sentimiento, sin dualidades distorsionantes de la única realidad.
Infinitas son las gracias que doy a Jesús, el que haya transformado mis oídos a Su entendimiento, y más gracias doy aún al tener la posibilidad de brindar a ustedes este humilde entendimiento y a todo aquel que hoy tenga el oído preparado para escuchar.
Por todo esto les deseo una muy feliz entrada al Reino con este nuevo entendimiento, y al hacerlo nacerán de nuevo como hombres nuevos en el espíritu.
Entonces, amados lectores , les envío mis mejores deseos de una feliz navidad o nacimiento de ustedes a la verdadera vida o al nacimiento de Jesús en ustedes.





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