Los vecinos marcharon hacia el IMAS, la Municipalidad y EMSA para protestar por los pésimos servicios públicos que se prestan en la ciudad.
Más que un pedido de justicia es por la toma de conciencia por las precarias condiciones en que se encuentra Puerto Iguazú, aseguró Marielise Freiberger (32), la viuda de Carlos Daniel Pérez (35), un guía de turismo que murió electrocutado el viernes cuando intentaba arreglar una pérdida de agua existente en inmediaciones de su vivienda en el barrio Cataratas.
Fue este lunes, momentos antes de la multitudinaria marcha que portando carteles y velas encendidas, movilizó a los vecinos por las calles de la ciudad pasando por la sede del Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (IMAS), la tan cuestionada delegación de Electricidad de Misiones Sociedad Anónima (EMSA) y la Municipalidad local.
Con entereza, la mujer sostuvo que un gran porcentaje de la población vive sin los servicios básicos como la electricidad y el agua potable, y que otro porcentaje de población, que sí los tiene y paga sus servicios normalmente, padece porque debido a tanta cantidad de gente enganchada tiene problemas de tensión. Y si sube el caudal del río el agua que llega a la casa sale de color chocolate entonces tiene que comprar el líquido vital porque el agua potable no se puede tomar y lo que paga es para limpiar la casa o lavar el auto.
Admitió que lo que pasó fue una tragedia y que hoy (por ayer) nadie nos dará una respuesta, menos a esta hora cuando no están los funcionarios que tendrían que dar la cara.
Manifestó que la idea de la marcha fue para tomar conciencia y para que se termine la división del pueblo de los que están legalmente, que dicen que los demás son unos enganchados que no quieren pagar, cuando la mayoría somos gente que trabaja y constantemente pide que se regularice la situación.
En Puerto Iguazú una situación lleva a otra. Tenemos el problema de las tierras ocupadas, de vecinos que quieren regularizar la situación y la Municipalidad que no da respuestas. Entonces, cuando se va a EMSA o al IMAS después que construyen su casa en el terreno que compraron, buscan la forma de regularizar la situación, de pagar impuestos, de obtener un permiso de ocupación, y el municipio no responde. Por lo tanto, ni EMSA ni el IMAS daban una conexión legal, terminaban cediendo el número del señor que se enganchaba para que nadie se electrocute, confió.
Insistió con que la movilización fue un llamado para que nos unamos todos, para pedir que se regularice y que se invierta en una ciudad turística que recibe más de un millón y medio de visitantes al año, donde el 80% de la población trabaja en relación al turismo. Se comenzó a cobrar una tasa ecoturística por la que se recaudaron millones de pesos y lo único que se hizo fue poner algunos contenedores plásticos de basura en diferentes barrios. Todos los postes de luz están podridos. Con la última tormenta fuerte se cayó la mayoría, y todavía hay algunos a medio caer, anclados o estaqueados con palos para que no se deslicen, cada tanto tenemos transformadores que explotan de viejos. Que llegando a 2018 nos encontremos en estas condiciones, es terrible, afirmó la mujer.
Contó que con Pérez compraron el terreno en barrio Cataratas, a unos diez minutos del centro de la ciudad, porque no nos quedaba otra opción. La idea era tratar de tener nuestro techo. No somos una manga de avivados que queríamos todo de arriba. Adquirimos el predio y hace dos años y medio hicimos nuestra casa porque Carlos era -además de guía de turismo y docente en el Instituto Tecnológico (ITEC)- maestro mayor de obra, se tomó libre un tiempo, y edificamos con nuestras manos. La marcha tuvo muchísimo eco porque él era una persona adorada en el pueblo.
Según Freiberger, después del sepelio se ausentó de la ciudad pero vio a través de las redes sociales que los amigos se estaban autoconvocando frente a EMSA y sintió la necesidad de estar.
Al final un reclamo por justicia terminó en una marcha solidaria, de toma de conciencia y de unión de la población para pedir que realmente se termine la corrupción, que terminen de robar la plata, y que hagan algo por la ciudad a la que más dinero entra. Si en la comuna se quejan que no cobran impuestos, es porque tienen a la mitad de la población viviendo en terrenos fiscales y no quieren regularizarlos, finalizó.
Así se expresaba Freiberger durante la movilización en una entrevista con el medio local La Voz de Cataratas:
Fotos: Gentileza Héctor Eduardo Mulawka
Video: La Voz de Cataratas (Facebook)





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