Hola queridos amigos. Cuando la semana pasada desarrollé el tema: El código secreto de la Biblia, concluimos preguntándonos el por qué Dios nos hace conocer justo ahora dicho código, el cual nos muestra un futuro y la capacidad del hombre para cambiarlo, poniéndolo de esta manera en el centro de su propia historia. Para ratificar esto último les contaré, desde la ciencia, cómo está evolucionando el ser humano para ponerse a la altura de la importancia de este momento. Según el médico biólogo Hans Jenny, el menor o mayor grado de complejidad molecular y evolutiva de un ser depende de las frecuencias de energía que reciba su cuerpo desde el exterior. Una amplitud de frecuencia vibratoria produce en la materia un diseño particular de patrones biológicos.En este momento estamos siendo bombardeados por energías de altísimas frecuencias del Sol central de la galaxia. Corroborando esta última aseveración, les trasmitiré lo que los científicos del observatorio Pierre Auger ( que la UNESCO decidió estuviera en la Argentina) dicen al respecto. Ellos están explorando los misterios, asociados con los rayos cósmicos que arriban a la Tierra con energías 10 millones de veces superiores a las que se pueden obtener con el mayor acelerador de partículas del mundo. “Lo único certero, dicen, es que no provienen de nuestra galaxia”.Al igual que el experimento de Jenny, nosotros al recibir luz en la más elevada frecuencia, recibimos esa energía como nueva información que molecularmente se codifica en el ADN y lo transforma. La doctora Barrenda Fox del Centro Avalon Welliness en Mount Shasta, California, ha probado a través de pruebas de sangre de algunas personas, que han desarrollado nuevas cadenas de ADN. En una entrevista, dijo la doctora Fox: “cada uno de nosotros tiene una doble hélice de ADN. En este momento estoy trabajando con tres niños que tienen tres hélices. Estos niños pueden mover objetos a través de la habitación sólo concentrándose en ellos, o pueden llenar vasos de agua sólo mirándolos. Son seres telepáticos. Tú pensarías, conociéndolos, que son mitad angelicales o súper humanos, pero no es así. Pienso que ellos son lo que nosotros llegaremos a ser en las próximas décadas.En mi opinión, la Tierra y sus habitantes están elevando su vibración. Muchos de los niños nacidos recientemente tienen cuerpos que son magnéticamente luminosos. Aquellos de nosotros que somos más viejos y elegimos cambiar, debemos pasar a través de muchos cambios físicos. La mayoría de las personas que pasan a través de este proceso y llegan al otro lado tienen una nueva profesión, una nueva forma de pensar, o al menos comienzan una nueva forma de vida y aunque puedan sentirse a veces cansados o enfermos, esto es un regalo. A ellos les han dado la oportunidad de cambiar su estructura de ADN y su cuerpo a uno más luminoso y más sano”.Tras lo dicho, podemos ver que las frecuencias elevadas llegan a la Tierra activando y acelerando la vibración de nuestras células despertando códigos dormidos del ADN. Así nuestro cuerpo es un escenario de una reconfiguración en cadena que resultará en una expansión de la conciencia. Gracias a la conciencia tenemos la posibilidad de comprender el sentido de la vida según un determinado nivel de percepción. La percepción de la realidad ha estado anclada en la tercera dimensión o capacidad para percibir sólo una franja muy estrecha de la creación (el 10%) que fluctúa en frecuencias superiores al infrarrojo y por debajo del ultravioleta. Por eso el hombre ha activado sólo ese 10% de su capacidad mientras duerme el 90% restante porque corresponde a otras frecuencias de luz a las que nos estamos afinando para poder experimentar. Algunos síntomas pasajeros, como fatiga, dolores articulares o calor, por ejemplo, podrán experimentar cuando las frecuencias impactan nuestro cuerpo, en el cual es necesario descansar o dormir más.Comprobarán, además, la inteligencia superior con que los niños llegan hoy a la Tierra. Por favor no coarten ni ridiculicen las capacidades superiores de los niños, muy por el contrario deberían estimularlos a que las desarrollen al igual que a ustedes. Divino código Sé que los poemas que dictas a mi mente alimento son de Tu simiente.Con Tus delicados dedos armas la tramade palabras que reunidas amalgamanno sólo el saber y el entendimiento melódico,sino que en su configuración existe un divino código,que al llegar a aquel que con amor lo reciba,tiene la capacidad de despertar recuerdos que el Verbo describa. Sacando así al Ser de su estado de ensoñación,haciéndolo comprender que su cuerpo es tan sólo un cascarón,que delicadamente contiene todas sus potencialidades, que desarrollar debe para cesar de este mundo las penalidades.ColaboraGraciela del CarmenZaimakis de AbrahamEscritora





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